Urgente El Cupón Diario de la ONCE de este lunes entrega un premio de 500.000 euros a un único afortunado

La historia parte de un viaje en tren por Italia. El mismo viaje en tren -un Interrail- que hicimos nosotros cuando no teníamos miedo a ... nada. Es una de mis aventuras favoritas: dormir apoyado en la mochila, en el suelo de una estación, y llegar a Florencia, Venecia o Urbino como si fuéramos los primeros en poner un pie en sus calles; como si el destino fuera nuestro. Convertir los vagones en una suerte de hogar deja una huella tan imborrable como leer a José Luis Sampedro. El viaje se convierte en un ancla vital, algo más que un recuerdo, un instante que duró un chasquido pero que sigue volviendo a cada rato.

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'Disclaimer', digo, empieza con un Interrail. Bueno, no empieza ahí. O sí, no lo sé. La miniserie, en AppleTV+, es una de esas historias que vienen y van, conectando lo de antes y lo de ahora con lo que está a punto de pasar. Y esa conexión la hace Alfonso Cuarón, su creador. El Cuarón de 'Roma', 'Gravity' y 'Los hijos de los hombres'. El mismo Cuarón se ha disculpado porque dice que no sabe hacer televisión. Se puede disculpar de lo que vea oportuno, pero a mí me ha parecido un golpe de aire fresco. Una obra con un estilo muy carismático en el que los personajes se construyen a pequeños fragmentos que, poco a poco, encuentran su lugar en el puzle.

Catherine Ravenscroft, la periodista que interpreta Cate Blanchett, me pone nervioso desde el primer minuto. Y creo que esa es la intención. De alguna manera, el recuerdo de ese viaje por Italia se convierte en un secreto que compartimos nosotros -los espectadores- con ella, el libro y el resto de implicados. No es habitual matar a nadie en el Interrail, pero uno entiende que ese viaje -como todos los viajes iniciáticos- sucede en una burbuja donde todo es posible.

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