Sin prisas con los dragones

Había que construir los personajes, permitirles crecer y, sobre todo, que la audiencia fuese conociéndolos y posicionándose con unos o con otros. No hay título de ciencia ficción o de fantasía que se sostenga sin unos buenos personajes. Pueden contar con los mejores efectos visuales y especiales pero si los protagonistas carecen de interés la trama se desmoronará rápidamente. Podríamos nombrar varios ejemplos de descalabros en esta línea. 'La casa del dragón' aguantó todo el reinado de Viserys para que los bandos tomasen consistencia, para animarnos a elegir entre verdes y negros. Y cerró la primera temporada con los dos frentes preparados para la contienda.

Pero la producción de Max ha comenzado la segunda tanda de capítulos pisando el freno de nuevo. La guerra se está haciendo de rogar. La entrega emitida esta semana se encarga de resituar las figuras del tablero para refrescar nuestra memoria y para prepararnos para lo inminente. Nos avanza posibilidades y nos vuelve a dejar claro que no le puede la urgencia. Hasta ahora la propuesta funciona pero ha de ser consciente de las enormes expectativas que está generando y que deberá estar preparada para cumplirlas. Se presenta un verano interesante en Poniente, aunque otra vez amenacen con que el invierno se acerca.