

Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Viernes, 7 de noviembre 2014, 23:54
Los Pitufos ha pasado de ser un bar de barrio de los de la toda la vida, donde a los clientes se les llama por su nombre, a ser uno de los preferidos del barrio más 'in' de Valencia, Ruzafa, para salir a cenar o tomarse algo cuando va cayendo la noche.
Con más de 20 años de experiencia a sus espaldas, fue cuando Miguel, entonces hijo del dueño y hoy propietario, tomó las riendas cuando empezaron a preocuparse por servir bien la cerveza. «Antes, en Valencia lo que se llevaba eran los quintos, no había cultura de barril, pero ahora, cuando prueban una caña bien tirada ya no quieren botellines», asegura Miguel.
Él, confeso cervecero, fue mejorando su técnica poco a poco hasta conseguir servir la caña perfecta, esa que les ha llevado a convertirse en uno de los bares maestros de Mahou. «Aquí nos gusta cerveza y eso se nota cuando la servimos», dice. Lo notan ellos y lo notan los clientes que abarrotan el lugar por las tardes y día y noche los fines de semana. «Somos de los bares de Valencia que más cerveza vende», explica el dueño, «en verano podemos llegar a servir unos 16 barriles a la semana». La «culpa» la achacan en gran medida, a la combinación de Mahou con unas manos expertas tiradoras de cañas, bien sean las suyas o las de sus trabajadores, «hay que servirla bien, sea quien sea», añade, al tiempo que alguno de los camareros confirma con la cabeza. «No sería capaz de decir desde cuándo tenemos Mahou, creo que nos ha acompañado casi toda la vida», cuenta Miguel mientras intenta hacer cálculos y sirve un vaso. «La caña maestra debe tener esos dos colores, el dorado en la parte de abajo y justo debajo de la crema debe aparecer esa nube de carbónico», explica.
Entre sus clientes la frase que más se escucha es «otra caña, por favor» y es que, confiesa Miguel, que aunque alguna vez les han dicho que ponen mucha crema, es probarla y no vuelven a quejarse más.
De hecho hay muchos clientes que van a Los Pitufos, a tomarse solo la cervecita. El caso más curioso es el de una pareja de jubilados madrileños que pasan la mitad del año en Valencia y que durante ese tiempo, cada día sin excepción, caminan desde su casa hasta el bar solo para tomarse una caña. «Nos dicen que aquí se la ponemos como en Madrid y vienen adrede, aunque no estamos cerca de su casa, a por su cañita», cuenta y añade entre risas que además, «llegan temprano por la tarde porque saben que si no se quedan sin mesa».
Más información en www.mahou.es.
* Mahou recomienda el consumo responsable 5,5º.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.