Pitt entra en combate

Nueva película con Brad Pitt a la cabeza del reparto, y bélica, lo que puede recordarnos a 'Malditos bastardos'. Las imágenes de promoción remiten a la pieza de Tarantino, pero 'Corazones de acero' va por otros derroteros. Detrás de las cámaras está David Ayer, también responsable del guión. Tras el fiasco en taquilla de su 'Sabotage', con la vuelta a la pantalla de Arnold Schwarzenegger -a pesar de que el film tenía su punto-, este curioso cineasta adicto a las historias de camaradería y tiros de por medio -una suerte de Peckinpah descafeinado- ofrece esta cinta cuya acción transcurre en abril de 1945, en la fase final de la II Guerra Mundial. Transcurre, por tanto, en un mundo diferente al que acostumbras a ver en el cine bélico, que celebra campañas victoriosas como la invasión del continente europeo.

«Uno de los periodos olvidados del conflicto es este último suspiro del imperio nazi frente a un agotado ejército americano», continúa Ayer. «En la II Guerra Mundial luchabas hasta ganar, morir o sufrir una herida considerable y regresar a casa. El nazismo se colapsa, es un momento de confusión donde el enemigo puede ser cualquiera».

Mientras los aliados inician su ofensiva final en el frente europeo, el sargento de Artillería Don 'Wardaddy' Collier (Pitt), al mando de un tanque Sherman y los cinco hombres, afronta una misión suicida detrás de las líneas enemigas. Con menos armamento y superados en número, todo parece estar en su contra. «Wardaddy es el jefe del carro de combate, su responsabilidad es mantener con vida a sus hombres», relata Pitt. «Es responsable de sus operaciones, su motivación, y sobre todo, asegurar que funcionen como una máquina. Sus decisiones determinarán quién se rinde y quién sigue. Pero al principio del filme la dotación ha perdido uno de sus miembros y mandan a un chaval nuevo a la familia».

El novato, incapaz de matar a una mosca, encarnado por Logan Lerman ('Noé'), trabaja como mecanógrafo pero es enviado al frente para hacer de conductor suplente. «Está aturdido, piensa que esto debe de ser un error. Llega para sustituir a un hombre que ha servido con la tripulación desde los inicios de la guerra», afirma el joven actor. Shia LaBeouf, Jason Isaacs, Michael Peña y Jon Bernthal cierran el reparto.

«El recién llegado es el hijo que nunca tuvo Wardaddy», añade David Ayer. «Hace de mentor, de padre, lo va guiando hasta que el muchacho se convierte en un soldado». El realizador, que dio el campanazo con 'Sin tregua (End of Watch)', donde aprovechaba la moda del found footage -material encontrado, falso documental- para introducir al espectador en un intenso relato policial, cuenta la historia de 'Corazones de acero' mediante una estructura aparentemente sencilla.

«El filme transcurre en 24 horas, desde el amanecer hasta el amanecer del día siguiente», apuntan desde producción. «Es muy directa su construcción pero muy elocuente y complicada su forma de narrar». «David defiende la autenticidad a capa y espada», explica Pitt.

Confesiones

El director puso al plantel en contacto con varios veteranos de guerra, tipos del casi cien años que sobrevivieron al desembarco en Normandía y la batalla de las Ardenas. «te sentías tan pequeño en la presencia de estos hombres, escuchando sus historias», admite Pitt.

Los veteranos describieron sin pelos en la lengua cómo era estar en un carro de combate y se extendieron en sus confesiones acerca del calor, el agotamiento y el permanente hedor a muerte. «La mayoría de ellos no estaban cualificados ni contaban con el entrenamiento, se enfrentaban a enormes dificultades tales como la inclemencia del tiempo, la escasez de alimentos o la falta de sueño. Y tuvieron que avanzar en condiciones más que espantosas».