cristina blasco
Martes, 4 de agosto 2015, 20:36
El Castell de Guadalest es una pequeña localidad alicantina que ostenta el récord de museos por habitante. Hasta ocho se pueden visitar en el municipio, algunos tan curiosos como el de Belenes y Casas de Muñecas o el de Pimenteros y Saleros. Este último se instaló en el pueblo en 2010 pero su historia comenzó hace unos treinta años, un día en que su propietaria, la belga Andrea Ludden no encontraba un molinillo de pimienta en su casa y al salir a comprar uno quedó prendada por la gran variedad de formas y colores que existían. Tres décadas después y tras viajar por todo el mundo en busca de sus piezas, esta arqueóloga cuenta con dos museos únicos en todo el mundo. Ubicados en Gatlinburg (Estados Unidos) y en Guadalest guardan una recopilación de más de 20.000 unidades, entre saleros y pimenteros.
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Pero esta no es la única historia curiosa del pueblo. Cada museo tiene la suya. Manuel Ussá es un hombre de 83 años que lleva esculpiendo desde que era un niño. En 1984 abrió un museo de microminiaturas donde expone obras diminutas inspiradas en la naturaleza. Con este mismo referente, unos años más tarde inauguró su antítesis, el museo microgigante, en el que reproduce a gran escala infinidad de formas y volúmenes del entorno. Ambos museos son un canto a la naturaleza, principal inspiración de Ussá. Encarna Díaz, la encargada de estas humildes pinacotecas desde hace 16 años, explica que en el museo de microminiaturas es posible ver pasar un camello por el ojo de una aguja o contemplar obras como los fusilamientos de Goya dibujados en un grano de arroz gracias a unas potentes lupas. "Es impresionante, una obra única", cuenta. Hasta la fecha, este artista, natural de Alicante, ha sido el único capaz de conseguir representar obras de la talla del Guernica de Picasso en algo tan pequeño como es un grano de arroz.
Cambiando semillas por motores, muy cerca de Guadalest, en la Carretera de Callosa está ubicado El restaurante El Riudonde se encuentra el museo de vehículos históricos de Ricardo Fracés, que alberga una colección de más de 160 motocicletas. El muestrario contiene auténticos iconos del automovilismo en perfecto estado de conservación y supone todo un paraíso para los aficionados de las dos ruedas. La motocicleta más antigua es un triciclo francés que data de 1890. Junto a ella se encuentran hasta diez ejemplares de la italiana Ducati 98, de 1950, una de las debilidades de este apasionado del motor. Fracés relata que se siente profundamente orgulloso de su exposición, que ha conseguido tener "siempre a base de curro y sudor". Miles de expertos del motor procedentes de todo el mundo han visitado su museo: "A todos les impresiona mi colección", afirma. En el museo, pueden encontrarse también diferentes modelos de la emblemática Harley, las españolas Bultaco o históricas motocicletas militares fabricadas durante la Segunda Guerra Mundial. La galería supone un punto de encuentro ineludible para los amantes del mundo del motor.
En busca de una zona turística Antonio Marco, compró una casa en Guadalest para convertirla, en 1998, en un museo de Belenes y Casas de muñecas. Todas las casas están construidas como recreaciones exactas, utilizando materiales como cemento y ladrillos. Pero lo más llamativo de la exposición es sin duda el enorme belén ecológico. Situado sobre una roca natural a la que está adosado el museo, tiene una extensión de unos 30 metros cuadrados y pesa 14 toneladas. Josefa Mateo, la encargada del museo, cuenta que Marco nació con un don especial para la artesanía, "sin apenas estudios ha conseguido una gran obra".
El museo Municipal Casa Orduña, que permite entrar en el hogar de esta familia vasca en la que se descubre una decoración inspirada en los gustos estéticos de la burguesía del del siglo XIX; el Museo Etnológico, que exhibe una exposición sobre la vida cotidiana de los guadalestinos durante los siglos XVI al XX y una colección de armas antiguas; y El Museo Histórico Medieval, que expone instrumentos de tortura, son otros reclamos que completan la oferta turística del Castell de Guadalest.
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