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Carlos Jericó y su equipo. Detrás, las dulces esculturas. lp
La Rosa de Jericó cumple 125 años

La Rosa de Jericó cumple 125 años

P. G. MOCHOLÍ

Viernes, 9 de octubre 2015, 00:00

Corría el año 1890 cuando D. Juan Manuel, patriarca de la familia Jericó, partía de su localidad natal (Puebla de Valverde, Teruel) poniendo rumbo hacia Segorbe (Castellón), que en aquellos años, ya era un enclave boyante y floreciente. Allí empezó a trabajar como aprendiz en un obrador de pastelería. Pasados unos años, y ya formado como un maestro pastelero, D. Juan Manuel, casado y con cuatro hijos, se traslada en 1929 a Valencia, haciéndose cargo de la Pastelería de Las Estrellas en la C/ Comedias.

En Comedias se formó un nombre y un prestigio entre la sociedad valenciana, donde la competencia era alta. A mediados de los años 50, La Rosa de Jericó se traslada a la C/ de la Paz, centro comercial de la ciudad por el que paseaba buena parte de los valencianos los fines de semana, poniendo rumbo hacía los cines de la C/ Ruzafa, donde se estrenaban películas míticas como Gilda, que por cierto, dio nombre a un pastel que se ofrecía en la pastelería.

En esta época, el hijo de D, Juan Manuel, Carlos Jericó ya ejercía como gerente, y tenía que lidiar con los estraperlistas para que el azúcar nunca faltara en el obrador. En sus escasos ratos libres, traducía los libros que había heredado de su padre, pasando las medidas de libras y onzas, a gramos, kilos y litros. Recopilando recetas antiguas de dulces y postres, como el Pan Quemado, La Casca o Rosca Valenciana, La Naranja Confitada, o el merengue de toda la vida, que se pueden seguir encontrando en la actualidad.

Tendencias francesas

Poco a poco, la pastelería se convirtió en un referente de la vanguardia y la sofisticación, encontrando tendencias francesas en muchos de sus pasteles y tartas. En el año, La Rosa de Jericó se traslada a su ubicación actual; C/ Hernán Cortés, 14, comenzando en la dirección el nieto de D. Juan Manuel; Carlos Jericó.

Para Carlos es fundamental saber y haber mantenido el equilibrio entre la confitería tradicional, y las nuevas tendencias que buscan nuevos ingredientes en la elaboración de sus postres o pasteles, y donde el azúcar ya no tiene la importancia que poseía antaño, y los distintos chocolates o las frutas, son los ingredientes principales.

La semana de San Donís y La Mocaorà es una de las más importantes para Carlos, donde el escaparate es un reflejo del cariño y aprecio que desarrollan por esta fecha. Desde hace años, es su mujer Mónica Sales la responsable de su decoración, y son muchos los premios que ha obtenido.

Este año, Carlos ha querido recordar una de las tradiciones más antiguas de la ciudad; La Escuraeta, los puestos que se encuentran en la Plaza de la Reina durante las fiestas de nuestra Patrona, la Virgen de los Desamparados.

Por ello Carlos Martínez (oficial primero)ha realizado una escultura del Miguelete y de la puerta Barroca de nuestra Catedral. Muchas de las figuras de mazapán, son detalles de 'La Escuraeta', y han sido diseñadas por Juan Carlos Iniesta. Uno de los detalles más bonitos que podemos encontrar en La Piula, es el detalle de La Senyera, en el que las bandas encontramos los colores naranja y amarillo representados en 125 naranjas y limones que recuerdan las fechas del 125 aniversario de La Rosa de Jericó, una fecha de la que estamos seguros que D. Juan Manuel, se sentiría orgulloso.

La Rosa de Jericó. C/ Hernán Cortés, 14 de Valencia.

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