La lujuria y venganza se ha apoderado de la historia de los Borgia. También de la de sus mujeres. Lucrecia Borgia y María Enríquez fueron dos mujeres valientes que han sido más conocidas por las anécdotas sobre sus vidas que por sus hechos como políticas y gestoras. La muerte de Alfonso de Aragón a manos de un sicario valenciano, pagado por la propia familia Borgia, agravó las habladurías incestuosas a las que Lucrecia estaba sometida, más acusadamente, desde su forzado divorcio con el ultrajado Giovanni Sforza, señor de Pesaro. Pero, ¿quién fue realmente Lucrecia Borgia?
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Corría el 18 de abril de 1480 cuando nació la hija del que posteriormente se convertiría en el Papa Alexandre VI. Una mujer sumida por los relatos populares repletos de relaciones de incesto, engaños, envenenamientos y muertes unidas a una de las familias españolas más influyentes de la historia. La vida de Lucrecia en Roma estaría marcada por las tensiones entre familias poderosas, su relación con los reinos y con un papado despojado de toda santidad, la inmoralidad desenfrenada, y por la sed de sangre y venganza.
Con 21 años ya había estado dos veces promesa legalmente, dos veces se había casado y dos veces se había despojado de sus ataduras envuelta por extrañas circunstancias. Una reputación que inspiraba repugnancia por los rumores que circulaban por la corte y que algunos eruditos contemporáneos se encargaron de difundir. Poetas como Giovanni Pontano, historiadores y hombres de estado como Matarazzo, Alessio, Pietro Martine, Priuli, Maquiavelo y Guicciardini. Acusadores y acusaciones que corrían alentadas por el odio fundado contra su padre Alexandre y su hermano César. Y que, desaparecen cuando Lucrecia, alejada de Roma y su familia, toma las riendas de su vida como duquesa de Ferrara. Una segunda vida llena de historias que muchos desconocen y que, curiosamente la unen a María Enríquez, su cuñada y duquesa de Gandía.
Poco se habla sobre la Lucrecia que logró gestionar los territorios bajo los dominios de su esposo, Alfonso de Este, cuando este estaba en las múltiples campañas militares. Es ella la que promulga una ley a fin de proteger a los judíos en sus tierras y es ella la que llega a vender sus propias joyas para poder ayudar a los más desfavorecidos afectados por el hambre en tiempos de guerra. Así, es una mujer destacada por poetas que la veneran como Pietro Bembo, Aldo Manucio o Ercole Strozzi. Y es justo este empoderamiento femenino durante el Renacimiento, el que la une aún más a su cuñada María Enríquez. Una mujer que, tras quedar viuda del hermano de Lucrecia, Juan Borgia, se convierte en regente y asume por completo el papel de duquesa de Gandía, manteniendo el ducado de Gandía a través de la venta de las tierras italianas, pone orden al archivo señorial asegurando que los vasallos estuviesen al corriente de pago, coloniza las tierras bajo el castillo de Bairén y consigue atraer hasta la ciudad el arte renacentista. Se convierte en un personaje clave para la historia valenciana.
Justo son ellas dos las que consiguen empoderar la figura de la mujer convirtiéndose en grandes humanistas y políticas queridas en sus territorios. Mujeres valientes pero más conocidas por las anécdotas de su vida que sus hechos. Unos tópicos que, con motivo del 500º Aniversario de la muerte de Lucrecia de Borgia, el programa «Lucrecia y María, Duquesas del Territorio Borgia» intenta apartar, arrojando luz sobre la vida real de estas mujeres. Un proyecto que nace bajo la marca «Territorio Borgia», una iniciativa de Turisme Comunitat Valenciana, con el respaldo del Patronato de Turismo de la Diputación de Valencia y Ayuntamiento de Gandía, que arropa distintas actividades como excursiones al patrimonio cultural de la ciudad, itinerarios por el centro histórico, conferencias, visitas guiadas por La Marjal de los Borgia y diversas actividades enfocadas a ensalzar la gran labor social, cultural y urbanísticas de ambas duquesas.
Entre estas actividades se encuentran, bajo el título «Relatos de las Mujeres Borgia en Gandia», las excursiones a esta ciudad ducal con salida desde Valencia (y también Gandia) los sábado 1, 15 y 22 de junio. Una ruta, organizada por Turiart, compuesta por visitas teatralizadas que recorren enclaves unidos por estas dos mujeres que, a pesar de no conocerse personalmente, mantuvieron una estrecha relación y que sin ellas, la historia de la familia Borgia o la de Gandia no hubiese seguido el mismo camino.
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El recorrido pasará por el Museo de Santa Clara, el Monasteri de Sant Jeroni de Cotalba y el Palau Ducal de Gandía, la residencia de los Borgia durante alrededor de tres siglos donde nacieron la mayoría de los duques y sus descendientes y se conservan pertenencias, escritos y arte de gran valor. Así, la visita permite conocer el patio de armas, el salón de coronas -mandado a construir por Francisco Borgia en el siglo XVI-, la capilla neogótica, el salón de águilas y en especial por la imponente galería dorada, una secuencia de cinco salas llenas de brillos de oro, marcadas por el arte y el reflejo del suelo engalanado con los azulejos de Manises.
Consulta el programa completo de «Lucrecia y María, Duquesas del Territorio Borgia».
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