Un sueño a 2.700 metros

Un maravilloso enclave rodea la estación saboyarda de Courchevel, considerada como una de las más completas de toda Europa, y poseedora de una nieve polvo de extrema calidad. Su privilegiada situación, se ubica en los 3 Valles el área esquiable más grande del mundo-, la convierte en un lugar único cada temporada. Sus pistas, los paseos a caballo o las espectaculares vistas que ofrece a los usuarios que se acercan hasta allí, son algunos de los principales reclamos de este resort.

Un lugar al que cada fin de semana, y desde hace muchos años, llegan miles de esquiadores procedentes de todo el mundo dispuestos a disfrutar de los deportes invernales y los buenos espesores acumulados en los últimos meses. Una nieve ausente durante el pasado diciembre, que obligó a suspender la Copa del Mundo, para la que ya estaba todo preparado. Incluso había cerrado un gran patrocinador para el evento, la norteamericana AirBnb.

Lejos de olvidarse de todo, la empresa líder de alojamiento parece haberle cogido el gusto al centro francés y ya ha decidido en qué fin invertirá ahora el dinero que había destinado al Mundial de esquí. Será en teleférico Saulire, una de sus instalaciones con más historia, en el que se promocionará mediante una novedosa iniciativa por la que pasará a ser un apartamento durante una noche.

La iniciativa, que forma parte del programa de AirBnb Una noche en, busca ofrecer un alojamiento en lugares totalmente recónditos para pasar una noche alrededor de todo el mundo. Un avión rediseñado de KLM en Ámsterdam, la librería Waterstones del Reino Unido, el castillo francés Chateau Chenonceau o una tienda de IKEA situada en Australia ya han servido de experiencia para muchas personas, que han vivido una noche de lo más especial.

Una noche especial

Ahora, el teleférico de Courchevel, será el siguiente. Suspendidos a 2.700 metros, dos huéspedes podrán hacer realidad su sueño el próximo día 6 de marzo, fecha en la que tendrá lugar el evento. Cualquier persona está invitada a participar en el concurso, a través de la web de AirBnb y antes del 26 de febrero, explicando por qué quieren pasar la noche en el teleférico Saulire.

El ganador podrá disfrutar de la maravillosa experiencia tras subir por las pistas de esquí en una moto de nieve y ser recibidos con un vaso de vino y una cena típica de la Saboya, ya con la estación cerrada. Un momento ideal para deleitarse con las excelentes vistas del Combe de Saulire, una de las zonas más espectaculares de freeride, desde un teleférico decorado al detalle.

A la mañana siguiente, los huéspedes deberán abandonar el teleférico antes de la apertura de la estación, para que haya el suficiente tiempo para retirar todo el mobiliario y poder pisar la nieve cuando todavía nadie lo haya hecho en uno de los grandes sueños que se pueden vivir en la nieve francesa de los Alpes.