El arte de construir un iglú

Con la temporada de nieve avanzando hacia un irremediable final y el mes de febrero consumiendo sus últimos días, cada vez son más los centros invernales que buscan sorprender con actividades diferentes a las habituales. Nada de calzarse los esquís o equiparse con la tabla de snowboard. Ni tampoco juegos infantiles o competiciones en equipo. El Grupo FGC vuelve a marcar el camino.

Montones de escultores llegados desde diferentes puntos de la Península Ibérica se darán cita este sábado en la estación de esquí de La Molina. Allí, como es habitual cada temporada, se realizará un divertido encuentro organizado por la Asociación de constructores de iglús de Cataluña. Un evento que cuenta con una gran tradición será la 19ª vez que se reúnan en el centro gerundense- y mucho interés entre el público.

Premios de madrugada

Será una nueva edición de Ohmamiglu, celebrada en la zona del Cap de Comella. Este año, además, contará con una novedad. Y es que acogerá a un equipo de escultores profesionales a nivel mundial. Ellos se encargarán de fabricar una escultura de grandes dimensiones en la nieve. No serán, sin embargo, los únicos en hacerlo en la jornada del sábado. Ya que, hasta sus pistas se desplazará un buen número de constructores con el afán de convertirse en el ganador.

También la entrega de premios a la mejor construcción es de lo más especial, ya que se realizan durante la madrugada. Un momento perfecto para que todos los que decidan disfrutar de la modelización sobre la nieve entren en calor con tortas y chocolate. Los iglús, incluso, serán un dormitorio exclusivo para pasar una noche diferente.

El evento está dirigido en exclusiva para todos aquellos expertos en construcción de esquí, por lo que no será accesible para quienes decidan aprender en ese momento. Desde Ohmamiglú instan a los interesados en conocer los diferentes métodos a apuntarse a las actividades de práctica que ellos mismos organizan relacionadas con los iglús.

Lo que sí se podrá es ir a disfrutar de las mejores construcciones, e incluso entrar a todos los que cada usuario desee. Una oportunidad única en el Pirineo de contemplar cerca de cuarenta iglús hechos por expertos. Toda una experiencia única que cada temporada se puede vivir en la estación invernal de La Molina.