En busca de los grandes momentos infantiles

Jean-Baptiste Grange, actual campeón del mundo de eslalon, puede presumir de tener una de las estaciones más hermosas de los Alpes. Situada en el departamento de Saboya, Valloire ofrece cada invierno 150 kilómetros de superficie esquiable con una calidad de nieve envidiable y apta para todos los estilos. En sus pistas, además, 400 cañones de nieve artificial trabajan entre los meses de diciembre y abril para mantenerlo todo en perfecto estado.

El puerto de montaña Galibier, conocido gracias al Tour de Francia, es uno de sus puntos que más turismo atrae durante todo el año. Incluso en el periodo estival, cuando muchas personas deciden disfrutar de la bonita naturaleza y las múltiples actividades que pone en marcha la estación alpina.

Un resort construido para niños

Un turismo que cada año continúa creciendo sin límites. Como el de las familias con niños pequeños, uno de los públicos favoritos con el que se vuelcan en el resort de Grange. Allí, como viene siendo habitual, la última semana que la estación permanece abierta, está dedicada íntegramente a los más pequeños, aprovechando su periodo vacacional.

Probablemente, Valloire sea uno de los centros europeos que más se vuelcan con el público infantil. Se trata de un resort construido para niños, como reconocen a través de su página web, que durante todo el invierno prepara grandes momentos para que disfruten en épocas señaladas como la Navidad. Sus escuelas de iniciación, los easy parks y un completo after ski llenan sus programas de eventos cada temporada.

Juegos y actividades infantiles

Uno de los más importantes se celebra esta campaña entre el 11 y el 17 de abril, con múltiples actividades dirigidas a familias. Será la última semana que la estación se mantenga abierta y las sorpresas están garantizadas para todos los menores de 16 años, que podrán esquiar de manera gratuita gracias a una oferta especial de Pascua normalmente se paga a partir de los cinco años-.

Los más pequeños también podrán disfrutar de otros momentos especiales, como divertirse lanzándose con un trineo por la Combe St. Pierre o llegar hasta el pueblo en un carruaje tirado por caballos. Momentos inolvidables que en la estación de Valloire hace tiempo se han convertido en habituales y que concluyen con una merienda a la que acuden todos los niños. Incluso uno de los más inusuales, en el que los niños pueden pasear por la montaña con una llama, siempre acompañados por guías.

Durante una semana dedicada prácticamente en exclusiva a ellos, también podrán aprender sobre seguridad en la montaña. Será gracias a una excursión con raquetas de nieve en la que aprenderán los diferentes tipos de nieve y los riesgos de avalanchas que existen. Como no podía ser de otra forma, también habrá tiempo para jugar.