juanjo gonzalo
Jueves, 12 de marzo 2015, 13:28
El día 7 de marzo estaba marcado en rojo en el calendario de Masella desde el comienzo de la temporada. Una fecha diferente y especial, en la que todo estaba dispuesto para que los usuarios llegados hasta el centro pudieran divertirse en una gran fiesta. El centro gerundense despedía el esquí nocturno durante una espectacular jornada de sábado, que reunía a un buen número de amantes de los deportes invernales.
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Bajo unas condiciones climatológicas excelentes, se produjeron datos de récord para una modalidad que se ha convertido, en su segunda temporada en la estación, en una referencia del esquí en los Pirineos y en la Península Ibérica. Una manera de continuar con la interesante iniciativa que ya en la década de los 90 puso en marcha Sierra Nevada.
Y tras vivir un primer año de aprendizaje, la segunda campaña parece haber sido mucho más satisfactoria. En total, 28.700 esquiadores han disfrutado de los grandes espesores acumulados en las pistas de Masella durante las 35 jornadas que se ha llevado a cabo el esquí nocturno. La actividad comenzó el 17 de diciembre de 2014 y se ha alargado hasta el mes de marzo durante todos los jueves, viernes, sábados y otros festivos.
En esta campaña también se han podido disfrutar los 10 kilómetros de superficie esquiable que ofrece la estación todos los jueves, una situación que le ha dado aún más valor, si cabe, a esta actividad en un día de mucha afluencia. En el año de su estreno únicamente permanecía abierta la zona de los debutantes para todos los escolares.
Un público muy diverso
Las pistas nocturnas de Masella han visto deslizarse por su magnífico oro blanco a usuarios de diferentes procedencias. Las jornadas de los jueves, la mayor parte de los esquiadores llegados a tierras gerundenses eran vecinos de la Cerdanya, casi todos ellos con perfiles escolares y universitarios. Aunque hasta allí también han llegado desde muchos puntos del país, e incluso desde Francia, todos aquellos que disfrutan de la semana blanca, celebrada en febrero.
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Por su parte, tanto los viernes como los sábados, el público del esquí nocturno es muy diferente. Son días en los que la estación destaca por llenarse de familias que llegan para disfrutar del fin de semana, así como los clubes de esquí y usuarios llegados de diferentes partes del mundo para divertirse con un espectacular ambiente y uno de los eventos más importantes de los Pirineos.
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