La falta de nieve obliga a cerrar a la estación con más nieve del mundo

Mount Baker se asienta coqueta sobre las montañas de Washington. Miles de aficionados, como suele ser habitual en cada jornada invernal, se divierten con las espectaculares condiciones de nieve que ofrece uno de los resorts mejor valorados en toda Norteamérica. Amantes del esquí y del snowboard se dan cita indistintamente en este centro que se eleva por encima de los 3.000 metros de altitud.

Una estación acostumbrada a los días de vino y rosas que es noticia cada temporada por batir un curioso récord. Es la que más nieve recibe en todo el mundo. Allí, las pistas acumulan cada invierno toneladas de oro blanco que irradian felicidad a todos los usuarios, que no dudan en acudir para vivir una experiencia única.

Una maldición habitual

Sin embargo, como reconocen a través de su web, cada 15 años tiene lugar una desgracia que les obliga a cerrar temporalmente las puertas. Y es que, a pesar del duro trabajo de todos los operarios para mantener las condiciones, no siempre llega la nieve. El último caso ocurrió en 2005, pero fue por poco tiempo. Las precipitaciones en forma de nieve, entonces, acumularon 80 centímetros que permitieron volver a abrir.

Una total contradicción la que se vive en Mount Baker, que el pasado domingo volvió a anunciar la terrible noticia, asegurando que no está siendo el mejor invierno de la estación. El clima seco y árido ha castigado a la zona durante los últimos meses, aunque en enero y febrero las condiciones habían ayudado a remontar. Desde el centro, no obstante, se han mostrado siempre optimistas con la posibilidad de la llegada de la nieve antes de este fin de semana.

Especialmente preocupados con los poseedores de un forfait de temporada, pretenden alargar un poco más la temporada. Será hasta el mes de mayo, siempre que las condiciones lo permitan. Algo que, por ahora, parece complicado para un resort que promedia cada temporada más de 19 metros de oro blanco. Todo un sueño para los amantes de la nieve.