Los niños también cuentan en Grandvalira

La nieve es uno de los lugares más mágicos que existen durante la temporada de invierno. Miles de familias y amigos acuden a disfrutar con sus experiencias deportivas favoritas en las estaciones españolas y andorranas. Los centros ofrecen actividades para todos los gustos, aunque, en ocasiones, el punto débil lo encontramos a la hora de buscar un entretenimiento para los más pequeños.

Las escuelas y juegos destinados a niños se han convertido en una preocupación y cada vez son más las estaciones que ponen en marcha servicios destinados a ellos en exclusiva. Es el caso de Grandvalira, que ha incluido tres interesantes circuitos para que puedan disfrutar, a su manera, de la nieve andorrana.

Estas zonas son totalmente gratuitas con el forfait del día y a ellas pueden acceder aquellos esquiadores menores de 12 años. Amantes de la nieve preparados para comenzar a deslizarse por las pistas, aumentando la seguridad y confianza, y mejorando las técnicas de giro y equilibro.

Pequeños retos que, desde esta temporada, se pueden realizar en el circuito Mont Magic, situado en el sector Canillo. Se trata de uno de los lugares novedosos en Grandvalira, donde padres e hijos pueden vivir una experiencia basada en leyendas de Andorra. Cuenta además, con la pista temática infantil de mayor longitud del sur de Europa.

Magia en El Tarter

El Sector Pas de la Casa es otro de los lugares más especiales de la estación en cuanto a niños se refiere. La famosa marca de juguetes infantiles Imaginarium pone el nombre a este circuito que tiene en KicoNico a su máximo exponente. Éste realizará visitas a los esquiadores frecuentemente, con la intención de animarlos para que aprendan a esquiar y compartir sus valores humanos.

La magia del circo durante todo el recorrido es la temática más especial de El Tarter, donde Bababoom Circus pone a prueba a los más pequeños con eventos y obstáculos que les harán mejorar la técnica. Será un lugar que, a buen seguro, nadie querrá perderse y ofrecerá horas de diversión a todos los usuarios.

Se trata de una nueva muestra del buen hacer de la estación del Principado de Andorra, que cada vez se dirige a un público más mayoritario y encuentra soluciones para que todos los asistentes a sus pistas se acaben enganchando a los deportes invernales. Así, sigue demostrando su liderazgo dentro del mundo del esquí.