San Isidro echa el cierre

En la última semana parecía una evidencia, pero San Isidro se resistía a cerrar sus puertas días después de haber comenzado una temporada verdaderamente complicada. Una de las más difíciles en lo que a nieve se refiere y que sólo se comenzó a vislumbrar con la entrada del 2016, en un mes de enero en el que las condiciones climatológicas fueron muy favorables para la estación.

El centro invernal leonés ya fue, junto con su vecina Leitariegos, el único de la Cordillera Cantábrica en permanecer abierto durante el pasado fin de semana. Lo hizo con únicamente dos pistas disponibles para los cerca de 1.000 esquiadores que acudieron a sus instalaciones y sin apenas nieve. Fueron las últimas jornadas, hasta el momento, en las que pudieron resistir al cierre. Este lunes 1 de febrero ya fue imposible su apertura.

Desde la Diputación de León, quien gestiona la estación de San Isidro, esperan que las condiciones climatológicas sean más favorables el pasado domingo los termómetros marcaban 12º- para producir nieve y trabajar en una futura reapertura que ofrezca a los usuarios un digno final de temporada.

Una situación que se antoja complicada tras ver la evolución que ha vivido este centro. El día 16 de enero inauguraba cinco de los 34 kilómetros de los que dispone. Lo hacía con una ilusión inusitada, poniendo en marcha una campaña que había sido muy complicada en lo que a nieve se refiere. Sensaciones que apenas duraron diez días, pues a finales de enero ni siquiera se sumaba medio kilómetro esquiable.

Este cierre momentáneo no afecta, por el momento, a la estación de Leitariegos. Es la única que resiste con las puertas abiertas, aunque también en ella se ha disminuido la superficie esquiable notablemente. Actualmente cuenta con dos kilómetros de nieve.

El sueño de volver a ver durante esta temporada el complejo de San Isidro abierto parece lejano. Aunque más lejano aún parecen los números de la pasada temporada, en la que la estación situada en Lillo llegó a sumar un total de 170.000 esquiadores que acudieron a sus pistas.