La Casa de la Seda, el vino que se hace en el barrio medieval de Requena

La Villa de Requena emerge en la encrucijada de caminos que le ha dado su relevancia y su riqueza. Sus pobladores han conseguido preservar hasta hoy un patrimonio histórico y cultural de extraordinario valor que merece una detenida visita. Los viajeros que la conocen regresan a ella siempre que tienen ocasión, por la sensación que transmiten las estrechas callejuelas que comunican sus soleadas plazas, con caserones de gruesos muros, hoteles con encanto y por el tractivo gastronómico de sus restaurantes de comida tradicional.

La antigua fortaleza se alza en un promontorio de toba caliza que ha tenido función defensiva con las diferentes culturas que la han habitado. Existen vestigios íberos, romanos y visigóticos, aunque el trazado urbano del casco antiguo que ha llegado hasta nuestros días tiene origen medieval hispano árabe. Lo primero que se admira al adentrarse en La Villa es su imponente Torre del Homenaje, abrazada por las murallas que dan paso a la alcazaba, a la medina y a un pintoresco arrabal. El logotipo de Murviedro hace referencia a estas murallas, aportando así legado histórico, territorialidad y, con el paso del tiempo, pregnancia.

En la Plaza de Albornoz se encuentra la Bodega Histórica de Murviedro, una casa museo imprescindible de visitar que esconde en el subsuelo un espacio fascinante. Bajo sus cimientos se encuentra un entramado de galerías que, a través del tiempo, ha servido de refugio, de almacén de agua y alimentos, así como para elaborar los vinos que han dado fama a esta comarca desde el siglo VI a.C.

Un tesoro subterráneo donde el tiempo se detiene, donde se respira la quietud y la constante temperatura en la que el vino guarecía en las grandes tinajas de 60 arrobas (950 litros).

En las plantas superiores del edificio se ilustra la historia de la Villa y su relación con el cultivo de la vid y la elaboración de vino, justo donde antaño se ubicaban los telares en los que se tejían telas de seda. Durante una época este fue uno de los centros neurálgicos de la Ruta de la Seda, llegando a convertir a Requena en el cuarto productor a nivel nacional.

La Bodega Histórica de Murviedro brinda dos tipos de visita al museo, las cuevas y sus instalaciones. La primera opción ofrece por 7 € visita guiada, dos degustaciones de vino y un obsequio.

La Visita Premium, además de la visita guiada, cuenta con una degustación de 5 vinos acompañada por una tabla de embutidos ibéricos, más un obsequio, todo por 15 €.

En ambos casos es imprescindible la reserva con antelación. Aquí puedes encontrar más información: https://murviedro.es/bodegahistorica

En la planta baja del Museo Histórico de Murviedro se hace el buque insignia de Bodegas Murviedro, La Casa de la Seda. Este vino tan especial porque está elaborado con uvas de cepas centenarias de la Finca El Ardal. Bodegas Murviedro adquirió en 2015 este venerable viñedo de Bobal cuando estaba a punto de ser arrancado por su escasa producción. La bodega valenciana rescató estas cepas viejas precisamente por la excelente calidad que dan sus apenas 1,8 kilos de uva por planta, trabajadas con prácticas de viticultura ecológica y biodinámica. Con ellas elaboran una edición limitada de un tinto artesanal a la antigua usanza, un vino hecho con las manos.

Este Casa de la Seda 2018 está fermentado con levaduras salvajes y acaba su proceso de afinamiento en tres recipientes diferentes. Una parte lo hace en un fudre de roble francés, otra en tinaja de barro y el resto en depósito de hormigón de forma ovoide. Todo ello en la vieja bodega de La Casa Histórica, donde también se tejían los valiosos tenidos de seda natural.

La Casa de la Seda de 2018 tiene un precioso color púrpura, propio de la Bobal. Domina su aroma varietal a frutas negras, a frutillos silvestres, con recuerdos a plantas aromáticas, violetas y especias como el azafrán. En el paladar es de cuerpo medio, amable, con taninos sedosos, un punto goloso, con presencia de fruta madura (confitura de grosellas), equilibrado con la buena acidez varietal, sensación fresca y mineral.

La gama de vinos Sericis está pensada para la restauración y tiendas especializadas. Se compone de un Blanco de Merseguera, un tinto de Monastrell y un tinto Bobal, que hacen honor a su nombre, sedoso en latín. Son vinos de suave paladar, aromáticos y muy gastronómicos. Esta era la intención del enólogo Juan José Muñoz cuando seleccionó los viñedos de Cepas Viejas de estas tres castas de vid, tradicionales de las Denominaciones de Origen de Valencia, Alicante y Utiel-Requena, respectivamente.

La etiqueta de estos vinos está inspirada en la belleza de los dibujos de las antiguas telas de seda. A partir de un patrón floral, se combinan los stampings y relieves en seco, para crear una etiqueta envolvente que viste la botella.

Pugnus, Audentia y Galeam, los vinos de Murviedro inspirados en la Reconquista

Con una selección de uvas de variedades tanto tradicionales como internacionales Murviedro elabora tres gamas de vinos inspiradas en las grandes gestas de la Edad Media.

El carácter de nuestras gentes y nuestra tierra, forjado por las numerosas pugnas que han vivido, da nombre a la gama «Pugnus» (en latín «Lucha») en lo que constituye un claro homenaje a la lucha de las personas por defender y cuidar sus tierras para obtener grandes vinos. La gama la componen un tinto reserva, un tinto y un rosado jóvenes elaborados bajo la DOP Utiel Requena, a partir de uvas de la emblemática variedad Bobal.

El Coraje «Audentia» en latín, era otro de los rasgos que caracterizaba a los habitantes de Valencia durante el período de la Reconquista. Bodegas Murviedro honra la memoria de sus gentes con esta gama de vinos elaborados bajo la DOP Valencia, que la componen: un blanco Sauvignon Blanc/Muscat, un rosado Cabernet Sauvignon, un Petit Verdot y un tinto reserva que es un ensamblaje de Tempranillo, Monastrell y Cabernet Sauvignon.

Y la tercera gama, «Galeam», en latín «Casco», que simboliza la protección o el amparo de un pueblo ante las adversidades. Preservando su territorio vinícola y tradiciones para transmitirlas a sus futuras generaciones y alcanzar la máxima plenitud en sus vinos. Esta gama la compone un tinto crianza elaborado a partir de una selección de uva Monastrell, un orgánico blanco Dry Muscat y un tinto orgánico 100% Monastrell, todos ellos elaborados bajo la DOP Alicante.