Dónde comprar árboles de Navidad en Valencia

Con la llegada de diciembre, el árbol de Navidad se convierte en el elemento decorativo indiscutible, tanto dentro de casa como en escaparates, calles y plazas. Con sus colores, luces, bolas y guirnaldas, visten de ambiente festivo los últimos días del año y protagonizan una de las tradiciones más populares y esperadas: poner el árbol durante el puente del 8 de diciembre. El más típico es la connífera de hoja perenne, especialmente los abetos, y aunque los árboles artificiales tienen un gran número de adeptos, todavía hay quien prefiere el encanto natural de la Navidad y opta por abetos criados en viveros y tiendas especializadas.

Un plan ideal para inaugurar estas fiestas, al más puro estilo de película americana, es pasar un buen rato en uno de estos invernaderos eligiendo el abeto perfecto. Si todavía no tienes uno o quieres hacerte con el modelo más navideño, estos son algunos lugares donde puedes comprar un árbol de Navidad en Valencia:

- Verdecora : En Carrer D'Isabel la Catòlica 9 (Valencia) y en Carretera de Ademuz Km 8,5 (Paterna). De 10.00h a 21.00h.

-Jardinería Kuka: En Autovía Nacional 340 km. 882.5 (Alginet) de 8.00h a 13.00 h. y 16.00h a 18.00h horas.

- Albogarden: En carretera de Alboraia a Port Saplaya (Valencia). De lunes a viernes abierto de 08.00h a 14.00h y de 15.30h a 19.00h; sábados, domingos y festivos sólo por las mañanas de 09.00h a 14.00h.

-Viveros Bargues: En carretera Valencia - Ademuz Km. 14.2 (San Antonio de Benagéber)

- Alberola Viveros: En carrtera CV-560 que une las poblaciones de La Pobla Llarga y Villanueva de Castellón en el km.0.200, junto al polígono industrial de San Juan de Énova. De lunes a viernes de 09.00h a 13.30h y de 16.00h a 19.00h; sábados de 09.00h a 13.30h, domingos y festivos de 11.00h a 13.30h.

Aunque parezca que la parte más difícil sea hacerte con el modelo de abeto perfecto, lo realmente complicado llega a la hora de decorarlo. La tradición de llenar el árbol de complementos comenzó en los siglos XVI y XVII en Alemania y los países escandinavos. Lo que en un principio eran estrellas -para recordar la de Belén que llevó a los Reyes Magos hasta el pesebre-, esferas que representaban a las manzanas que se colocaron en el abeto del Nacimiento y lazos que representaban la unión familiar. También se incluían velas que representaban la luz de Dios y que se han convertido en las llamativas decoraciones lumínicas que cuelgan de los árboles en las fiestas navideñas contemporáneas.