REDACCIÓN
VALENCIA
Miércoles, 15 de junio 2022, 19:26
La festividad del Corpus Christi en Valencia tiene, como no podía ser de otra forma, un dulce típico. Se trata de la Moma Dolça y tiene la particularidad de que no es fácil de encontrar, ya que tradicionalmente solo lo ha elaborado un horno de la ciudad.
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La asociación Amics del Corpus tiene la costumbre de entregar a los medios de comunicación una Moma Dolça en los días previos al jueves de celebración del Corpus. Se trata de un postre dulce, de merengue y bizcocho, que tiene un significado especial.
La Moma Doça representa a 'La Moma i els Momos', que son algunos de los personajes que participan en las danzas de la Cabalgata del Convite, que se celebra a partir de las 12 horas el domingo posterior al Corpus (en 2022 es el domingo 19 de junio) por las calles del centro de Valencia.
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Los ingredientes y preparación son los siguientes: Bizcocho, jarabe (hecho simplemente con azúcar y agua) y mermelada de naranja natural, de forma que se va empapando el bizcocho y se van creando sucesivos pisos. Esa preparación se congela durante media hora y a continuación se embadurna de merengue, formando el pastel.
A continuación se colocan los momos (bizcochos alargados más pequeños rellenos de mermelada de naranja y recubiertos de fresa) en el cuerpo del pastel, mientras que en la parte central se coloca la Moma, otro bizcocho recubierto de merengue, simulando el vestido con el que sale en el Corpus. Y finalmente se decoran los bizcochos con un colorido verde que simula los gorros.
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La Moma representa así a una mujer vestida con una túnica blanca y cubierta por un pañuelo también blanco, mientras que los Momos van con un traje amarillo y negro, un gorro y un antifaz de color negro. La Moma Dolça representa esta danza: la Moma está en el centro y a su alrededor danzan siete momos que, con forma de bizcocho, representan a los 7 pecados capitales.
La Moma Dolça se elabora en el Horno Pastelería la Estrella, en el barrio de Ruzafa de Valencia, que los realiza bajo encargo.
Los momos tienen un claro origen medieval y proceden de Francia, mientras que en Valencia aparecen en 1459 con las entradas del rey Juan II y de su mujer, mientras que el resto de los bailes del Corpus responden a una mentalidad barroca. La primera muestra se encuentra en la incorporación en 1589 y desligada de las rocas, nanos y «gegants».
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Es a partir de los comienzos del siglo XVI, cuando se permite integrarse en las procesiones estas danzas de origen rural, como es la « dels bastonets» y las danzas de gitanos que es la precedente de la actual danza de la «magrana».
Entre los años 1851 y 1900 aparecen otras danzas infantiles como «mariners, jardiners, hongaresos, grecs, xinesos»…, etc.
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