«Parece que no va con él», comentaba uno de sus colaboradores antes de partir hacia Lisboa para hacer historia. Ricard Camarena ha vivido feliz la cuenta atrás de este momento desde que intuyó, por la invitación a acudir a la gala, que en esta ocasión sí le iban a otorgar su segunda estrella Michelin. Era como un reconocimiento que le llegaba quizás cuando ya todos daban por hecho que debía ser así desde hace tiempo. Tanto que, si no se la otorgaban, no pasaba nada. Porque el cocinero de La Safor ya había logrado el aplauso generalizado de todos: en su tierra, entre sus compañeros, entre los clientes que le llegan desde fuera de Valencia y entre la prensa especializada.
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El restaurante de Bombas Gens ya había consagrado al cocinero que quería ser trompetista, se ganó sus primeros sueldos como picapedrero y se acabó colándose en el mundo e la cocina porque su mujer, Mari Carmen Bañuls, se empeñó en que lo hiciera. Ahora, ese empeño que dio sus primeros frutos en el restaurante de la piscina de Barx, que le dio un gran impulso con su Arrop en Gandía y que tuvo su gran rodaje durante su expansión en Valencia, ha encontrado el reconocimiento que merecía con el galardón de la Michelin. Aunque el cocinero que ama la huerta, ese al que le encanta cocinar con sus esencias, lo tiene claro: «Tengo la sensación de que estamos comenzando; lo tenemos todo por hacer». Esta declaración la hizo en una entrevista días antes de la gala. Y está cargada de razón, aunque a muchos las parezca sorprendente.
Ocho en Valencia Dos estrellas para Camarena y una en El Poblet, Riff, Sucede, Sents y Casa Manolo.
Catorce en Alicante Dacosta con tres 'macarons', dos con Bon Amb y L'Escaleta y otros ocho, con una estrella.
Dos en Castellón Una en Raúl Resino y Cal Paradís
Porque la segunda estrella es para Ricard Camarena un respaldo más, un aval a lo que hace. Pero es sólo eso: un tramo más -muy importante y meritorio- en una carrera que tanto en la vertiente más pura de la cocina como la empresarial tiene trazas de tener por delante una gran travesía. «Lo de la segunda estrella, ¿es un sueño, un hecho, un paso más…?», le preguntamos entonces. «Es un sueño, si llega extraordinario. Nosotros debemos seguir trabajando y avanzando al margen de ello».
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