
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La genialidad de Leonardo Da Vinci está fuera de toda duda. Aquel hombre del Renacimiento que destacó en todo cuanto hizo, como inventor dejó el maravilloso legado de un adelantado a los tiempos -o a quien tal vez los tiempos siguieron- en el territorio de la ingeniería, donde todavía hoy están vigentes algunos de los principios que Da Vinci vislumbró antes de que cualquier otro ojo creativo viera.
En Valencia acaba de aterrizar el genio. Lo ha hecho de la mano de la exposición que desde este viernes y hasta el 7 de febrero se muestra en el Ateneo bajo el título 'Leonardo Da vinci el inventor'. El emblemático edificio de la plaza del Ayuntamiento ofrece 21 piezas, «reproducciones a escala realizadas en madera a partir de los diseños originales de Leonardo», explicó a LAS PROVINCIAS Francisco Molina, director de la empresa Cultura Entretenida promotora de la exposición.
El recorrido por la sala difícilmente deja indiferente al espectador. Allí se pueden contemplar, además de los 21 inventos, frases pronunciadas por Da Vinci que bien a las claras retratan el pensamiento de un hombre de imaginación deslumbrante, quien impulsado por la atracción que le generaba la contemplación de la naturaleza fue diseñando todo aquello con lo que pensaba que obtendría un siempre ansiado deseo: «Con el menor esfuerzo posible, obtener los mejores resultados», recordó Francisco Molina.
Comprobar que a lo largo de su vida alimentó su capacidad innovadora es posible en la exposición al detenerse ante los distintos artilugios elevadores nacidos de su creatividad. En el Ateneo se expone un ascensor de manivela, una grúa de engranaje y tornillo, una grúa de pluma y hasta un elevador de columnas que descubren la condición de adelantado a los tiempos de su autor.
El apartado que se detiene en cómo Da Vinci materializó en distintos de sus proyectos el deseo de volar que le cautivaba resulta especialmente atractivo. La exposición pone ante los ojos del espectador su concepción del ala articulada, un artilugio semejante al ala delta que con frecuencia se ve hoy surcar los vientos. También el precursor del paracaídas o la hélice que utilizando una variante del principio de Arquímedes desarrolló y que puede considerarse «antecesor del helicóptero y de las embarcaciones modernas», apunta la información sobre la muestra.
La reproducción de una bicicleta, cuyo diseño no es de Da Vinci, sirve para resaltar que sí salió de la cabeza del italiano el mecanismo de la cadena para activar el movimiento de los pedales que permiten circular con el vehículo de dos ruedas. Sorprende también al espectador el 'coche escénico', un básico automóvil creado para una obra de arte que viene a confirmar el interés por profundizar en las necesidades de movimiento.
Leonardo no se apartó de los artilugios para la guerra. Entre las reproducciones se puede contemplar un tanque blindado concebido como un cañón con múltiples bocas dotado de 33 tubos. Pero, tal vez uno de los utensilios más llamativos en el apartado de instrumentos bélicos sea un curioso tambor que mediante un mecanismo activado con una manivela pone en marcha un conjunto de vaquetas que al percutir sobre la membrana del instrumento generan un ruido semejante al del avance de una numerosa tropa de soldados. Se concibió para simular el avance de una tropa numerosa a fin de atemorizar al bando enemigo en momentos de contienda bélica.
El recorrido desvela que no sólo la tierra y el aire sacudieron la imaginación del genial italiano. También lo hizo el agua, el mar. La campana de buzo que plasmó en sus papeles y cuya reproducción se puede ver en el Ateneo, bien recuerda la imagen de la escafandra actual. El barco de palas es otro ejemplo que viene a demostrar que tampoco el transporte surcando las aguas escapó a la inventiva del escultor, pintor, arquitecto, ingeniero que tan bien describe el perfil del hombre del Renacimiento.
Lugar: Ateneo Mercantil de Valencia (Salón Noble)
Fechas: Del 4 de diciembre al 7 de enero (excepto el 25 de diciembre)
Horario: Días laborables: de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 h. Sábados, domingos, festivos, puentes y Navidades (23 de diciembre al 7 de enero): de 11.00 a 21.00 h. El 24 y 31 de diciembre: de 11.00 a 15.00 h y el 1 de enero de 15.00 a 21.00 h.
Precio: Días laborables: mayores de 12 años, 7 euros; menores enre 5y 12 años, jubilados, desempleados, estudiante, sanitarios y personas con carnet joven: 5 euros | Sábados, domingos, festivos, 7 de diciembre y Navidades (desde el 23 de diciembre de 2020 hasta el 10 de enero de 2021): el precio es de 9 euros para adultos y 7 euros para niños, jubilados, desempleados, estudiante, sanitarios y personas con carnet joven.
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