Secciones
Servicios
Destacamos
Jueves, 2 de noviembre 2023, 23:42
CH. FERRER. Contaban hace más de cien años tanto el gastrónomo Picadillo como también la condesa Emilia Pardo Bazán, que el pote o caldo gallego siempre tuvo una base de vegetales y hortalizas y que, eso de añadirle carnes y embutidos llegó con el tiempo, cuando el labriego se lo pudo permitir. El pote arribó a la ciudad y se hizo burgués, no cabe duda, y afortunadamente.
En Galicia este es plato principal a mediodía, avío con el que calentarse antes de irse a dormir y sus sobras son siempre aprovechadas al próximo día, como ya apuntaba hace más de una centuria Ángel Muro en su obra culinaria El Practicón.
Hoy por hoy, y llegados a la festividad de El Pilar, el pote gallego se sirve en Valencia todos los jueves de la mano de Bar Marvi. Este local es uno de los lugares donde descubrir la gastronomía tradicional gallega o, para los que ya la conozcan, deleitarse en ella. Sus ingredientes comienzan con los grelos y la berza, alubias y cachelos le siguen luego los chorizos ahumados, morcillas y tocino entreverado, codillos y lacón secado en casa... Se sirve el caldo y sus verduras en cuenco y en fuente aparte el 'compango'.
Estas carnes se solían servir antes del caldo por la sencilla razón que en el frío invierno se enfriaban antes y ahí se cumplía el dicho: el que llega tarde ni oye misa ni come carne.
Pues bien, el tradicional pote del Bar Marvi está hecho con lustre y tronío y como diría el insigne gastrónomo Álvaro Cunqueiro es olla de 'crego' (hubo un tiempo en el que los curas rurales tenían fama de comer mucho y bien). Así que ya saben, los jueves, cita en el Marvi.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.