

Secciones
Servicios
Destacamos
Jueves, 27 de marzo 2025, 23:54
El pasado martes 25 de marzo dio comienzo oficialmente la campaña de la Clóchina de Valencia 2025. José Luis Peiró, presidente de la Agrupación de Clochineros del Puerto de Valencia, indicó que «no se prevé una gran variación en la producción de las bateas productoras y que serán en torno a las 1.200 toneladas las que salgan al mercado». El acto se llevó a cabo en la cubierta del catamarán que realiza paseos turísticos por el Puerto y alrededores de este, como venían haciendo las antiguas 'golondrinas'. En el evento se presentó una novedad importante, las bateas reubicadas en el entorno de la Marina de Valencia podrán ser visitadas mediante los servicios del catamarán, llevando adelante embarcados en este la difusión de su historia, cultura y gastronomía.
La presentación de la Agrupación de clochineros tuvo el soporte de los cavas de Requena, con la presencia de Rebeca García, la presidenta de su asociación y también del Gremio de Maestros Confiteros de Valencia, y también con la presencia de su presidente, Eliseo Valls. El encuentro finalizó con una degustación culinaria de la clóchina acompañada de cavas y repostería tradicional valenciana.
Lo más llamativo de estas primeras clóchinas de la temporada es su extraordinario buqué y buen tamaño de la carne que presentan. Así, la Clóchina de Valencia ya está disponible para los consumidores en los mercados, pescaderías y grandes superficies, eso sí, siempre teniendo en cuenta, a la hora de su adquisición -ya sea en su formato tradicional o como 'clóchina limpia'-, que el saco posea la marca de calidad otorgada por la Generalitat Valenciana, garantía ante la oferta de otras procedencias foráneas y de menor calidad. Es muy habitual que en ocasiones se ponga en el mercado clóchinas de otras procedencias que se disfrazan con etiquetas muy llamativas con 'senyeras' valencianas y logotipos falsificados que llevan al engaño del consumidor.
La clóchina es un cultivo, algo así como plantar semillas, cuidar del crecimiento de los moluscos y luego proceder a su recolección en los últimos días de abril, siempre atentos al calendario lunar, en concreto, entre la luna llena de abril y la menguante de agosto.
El origen de esta actividad en tierras valencianas se remonta al siglo XIX, cuando en el puerto de Valencia se instalan las bateas clochineras, auténticos barcos amarrados al fondo y con una cubierta modificada para las labores de la clóchina. La singularidad de este bivalvo valenciano con respecto al de otras partes del Mediterráneo o a su primo hermano el mejillón, reside en la salinidad de las aguas donde crece y en su estacionalidad, ya que en Valencia llega ahora, a finales de abril, el tiempo de su sazón.
Hay que tener en cuenta también, para su diferenciación, el estudio que realizó el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, en el que se sitúa al molusco valenciano por encima del mejillón del Delta del Ebro y de Galicia en aroma, sabor y jugosidad.
Así, la clóchina también se diferencia del mejillón por su menor tamaño, una tonalidad más suave y por un sabor más intenso. n cuanto a las propiedades nutricionales de la Clóchina de Valencia, cabe decir que es una fuente pura de proteína, rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.