Las 15 mejores playas del mundo (con una española incluida)

El verano es la época más esperada del año, con sus días largos, el calor y el buen ambiente. Las personas buscan escapar del calor y disfrutar de unos días relajados, es por ello que las playas se llenan de vida, los helados se convierten en el postre favorito y las terrazas se abarrotan de gente. Ha llegado el momento de viajar, de pasar tiempo con familia que vive lejos, y con amigos a los que las obligaciones impiden ver más a menudo.

Las playas son el lugar perfecto para pasar un buen rato en familia, con amigos, o en pareja. Ofrecen un sinfín de posibilidades para disfrutar del buen tiempo: tomar el sol, bañarse en el mar, practicar deportes acuáticos, leer un libro refugiándose en la sombrilla, o simplemente pasear por la orilla acompañado de una suave brisa. También, se puede aprovechar para conocer nuevas personas y lugares o disfrutar de la gastronomía local.

The World Best ha clasificado las mejores playas del mundo, posicionando en el puesto número 11 una playa española. Entrar en el listado es un reconocimiento a la belleza y singularidad de las costas. Estas son las playas que han conseguido colarse en el top 15:

Se encuentra en Aitutaki, en el Océano Pacífico. Tiene un tamaño aproximado de 200 metros de ancho y 100 de largo, que está rodeado de palmeras. Es fácil encontrar lugares tranquilos mientras se pasea por la fina arena blanca, observando las cálidas aguas azul celeste, y escuchando el balanceo de las palmeras y los cocoteros. Además, las vistas de la laguna poco profunda y clara la convierten en un lugar perfecto para quienes buscan paz y belleza natural. La mejor temporada para visitar la isla es entre mayo y octubre, ya que en el resto de meses es temporada de lluvia. En 2008, ganó el premio «World Travel Award» a la mejor playa de Australasia. Una de sus características más llamativas, es la pequeña oficina de correos donde los visitantes pueden enviar postales o sellar sus pasaportes con el distintivo sello de One Foot Island.

Se ubica en Oahu, en el Océano Pacífico. Para poder disfrutar de la arena fina y polvorienta se debe visitar temprano, ya que su tamaño es de sólo 800 metros de largo. Lanikai no dispone de duchas, baños y guardavidas, pero vale la pena por las hermosas vistas de las Islas gemelas (Na Mokulua) que se encuentran en alta mar. Sus claras y tranquilas aguas son perfectas para practicar paddleboard y kayak. Además, la posición de la playa la convierte en el sitio ideal para ver el amanecer. Aunque en Hawái no existe una temporada de lluvias significativa, el mejor momento para asistir a esta playa es de enero a marzo, pues entre esos meses los cielos se encuentran más despejados.

Se localiza en la isla Tokashiki, en el Océano Pacífico. Con su arena suave y lisa, y sus aguas claras y tranquilas hacen que sea fácil relajarse. Por un lado, está rodeada de arrecifes de coral. Por el otro, abundantes colinas verdes que contrastan con la costa. Cuenta con 800 metros de largo, por lo que en verano hay que acudir temprano ya que suele estar abarrotada de gente, y la transparencia del mar llega a los 50 metros de profundidad. Para visitarla, hay que tener en mente que de junio a octubre hay temporada de tifones en el Pacífico. El espacio cuenta con baño, duchas y alquiler de sombrillas. Además, la parte norte es conocida por ser el lugar adecuado para practicar esnórquel.

Se sitúa en Mauricio, en el Océano Índico. La playa de Le Morne es famosa por la impresionante montaña Le Morne Brabant, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La zona cuenta con fuertes vientos y olas, lo que la hacen perfecta para los amantes del kitesurf y windsurf. A pesar de estas aguas tan movidas, hay algunas partes tranquilas que son ideales para nadar y hacer esnórquel. Estas partes están protegidas por arrecifes de coral que rodean la bahía. En cuanto a la temporada de lluvias, generalmente sólo dura dos meses, enero y diciembre, por lo que el resto del año es ideal para visitar la playa.

Se encuentra en la costa sureste de Mallorca, en el mar Mediterráneo, y es la joya de la Corona de las Baleares. Es uno de los mejores secretos que tiene la isla, aunque ya es un secreto a voces. La playa se ha vuelto famosa por sus claras aguas y casi siempre tranquilas. Además de por los acantilados que la envuelven. El lugar consta de 40 metros de largo y 20 metros de ancho, por lo que no hay mucho lugar. Acceder a ella se hace complicado, ya que sólo se puede llegar a través de un camino empinado o de una embarcación privada. No es recomendable, por la dificultad que tiene el sendero, visitarla con niños o personas que necesiten de ayuda extra como las sillas de ruedas. Los mejores meses para ir son de junio a octubre, aunque en los meses de junio y septiembre está menos abarrotado de gente.

La playa se ubica en Myanmar (Birmania), en el Océano Pacífico, y tiene forma de medialuna. Su nombre se debe al gran parecido que comparte con las herraduras que se les pone a los caballos. La arena blanca contrasta con la vegetación que se encuentra rodeando la playa, que no suele estar muy concurrida. Los 12 kilómetros de largo y 6 kilómetros de ancho son suficientes para que todos tengan su espacio personal en la arena. Además, sus claras aguas son ideales para los amantes del esnórquel, nadar entre los peces será una tarea fácil con el mar en calma. La época en la que hay más días soleados es de diciembre a marzo, lo que los hace los meses ideales para visitar la isla.

Está situada en Fakarava, en una de las islas más grandes del archipiélago de Tuamotu, en el Océano Pacífico. La forma de acceder a este paraíso es a través de pequeñas embarcaciones. La Laguna Verde está designada como Reserva de la Biosfera de la UNESCO, debido a que garantiza la protección de los diversos ecosistemas y especies endémicas (originales de allí), lo que la convierte en un lugar privilegiado para el ecoturismo. Entre los meses de mayo y octubre hay más posibilidad de encontrar días soleados que lluviosos, en los que deleitarse con los diferentes tonos de azul del agua. Además, el mar cuenta con un fondo arenoso y poco profundo, en el que la vida marina está presente: jardines de coral, tortugas, peces y tiburones de puntas negras.

Se localiza en la Isla de Praslin, en el Océano Índico. Es una bahía aislada, por lo que se puede acceder a ella mediante una corta caminata a través de un campo de golf cercano. Para ello, se debe avisar y pedir permiso previamente al hotel encargado del campo. Enmarcada por las grandes rocas de granito, hay que tener cuidado con la profundidad del agua ya que se vuelve profunda muy rápido. Anse Georgette es perfecta para hacer esnórquel, aunque no se recomienda ir en temporada de lluvias como son los meses de diciembre y enero.

Ubicada en Indonesia, en el Océano Índico, es parte de un área protegida dentro del Parque Nacional de Komado. Lo que más le caracteriza es su arena rosa, la cual ha viajado a través de las redes sociales por las hermosas fotografías que deja. La arena originalmente era blanca, pero ha ido adquiriendo ese color por los fragmentos de coral rojo que se quedan en la orilla. Se puede acceder a ella tanto en moto, en coche o en barco. Otra de las cosas que más llaman la atención son los 5700 lagartos gigantes, cuyo aspecto y comportamiento agresivo han hecho que se les apode «dragones de Komodo», que habitan en la isla. La mejor temporada para ir es entre los meses de mayo y octubre pues, en el resto del año es temporada de lluvias.

Localizada en Australia Occidental, en el Océano Índico, se puede acceder a ella en coche. La playa forma parte del Parque Nacional Cape Range, lo que significa que habrá menos personas y más espacio para explorar las costas arenosas y los matorrales. La playa no termina de estar desarrollada, lo que ofrece una sensación de belleza natural intacta donde el desierto se encuentra con el mar. Dentro de las aguas turquesas se puede encontrar todo tipo de animales marinos como peces coloridos, tortugas marinas y mantarrayas. Desde la orilla se puede apreciar el arrecife Ningaloo, con más de 500 especies de peces y 300 especies de coral, donde se puede llegar a nadar con distintos tipos de tiburones. La mejor época en la que se puede ir es de abril a agosto, donde el mar estará tranquilo.

Se encuentra en Antipaxos, en el mar Jónico, y ha sido galardoneada con premios de belleza. El principal medio de transporte para poder llegar a ella es el barco, y una de las características que la hace especial, es la espesa vegetación que la rodea. Además, sus aguas tienen un tono azul intenso que combina con la fina arena blanca y las pequeñas piedras. Por otro lado, en la playa se pueden encontrar unos escalones que llevan a una taberna en la que poder comer frente a la bahía. Los meses de junio a octubre son una de las mejores épocas para visitarla, aunque son junio y septiembre en los que más vacía estará.

Situada en Palawan, en el mar de Filipinas, únicamente es posible llegar a ella en barco. Sus aguas son claras, poco profundas y tranquilas, a menudo no hay oleaje ni olas, lo que las hace perfectas para adentrarse en el esnórquel. Está rodeada por diversos acantilados de piedra caliza que la aislan. También, es menos frecuentada que otras áreas, lo que ofrece a los visitantes la oportunidad de escapar de los lugares turísticos habituales. La mejor temporada para asistir es de diciembre a abril, ya que los días soleados son mayores que en el resto de meses. Es recomendable, evitar la temporada de tifones que va de junio a octubre.

Localizada en Anguila, en el mar Caribeño, la única forma de llegar es en coche o taxi, ya que no hay transporte público. Lo más característico, es la tranquilidad y la paz de los bañistas una vez se adentran en el agua turquesa. Hay que tener en cuenta, que la sombra en la playa es limitada, por lo que se debe pensar métodos para refrescarse. Además, a lo largo de toda la costa se pueden encontrar varios restaurantes en los que sentarte a comer o tomar algo mientras observas las vistas. Bahía Meads, tiene unas vistas impresionantes para ver el atardecer, y es perfecto para dar paseos nocturnos o tener cenas relajadas. A la hora de ir, hay que tener presente que la temporada de huracanes es de julio a octubre; Y, el mejor momento es en la estación seca, que va de diciembre a abril.

Ubicada a lo largo de la costa este de Cerdeña, en el mar Mediterráneo, solo se puede acceder a ella en barco o por un sendero. Este sendero tiene una duración de 2:30 horas de ida, y va desde la meseta del Golgo, cerca de un pueblo de Baunei. Es una ruta exigente que requiere de una buena forma física y de cierta experiencia en senderismo. La cala no tiene un gran tamaño, y tan sólo se permite el acceso de 700 personas, pero las vistas desde cualquier punto valen la pena el camino. Desde lo alto del acantilado se aprecian los diferentes tonos de agua, desde el zafiro profundo hasta el aguamarina brillante, que resaltan los guijarros blancos. La mejor época del año para visitar Cala Mariolu es de junio a octubre, cuando el Mediterráneo está mucho más tranquilo.

Se encuentra en la costa norte de St. John, el mar Caribeño, dentro del Parque Nacional de las Islas Vírgenes. A diferencia de la mayoría de playas en la isla, la bahía Trunk es de pago. El lugar al estar protegido, resguarda a los bañistas de los vientos del Caribe, y evita los grandes edificios y las actividades comerciales ruidosas. La playa tiene una extensión de 500 metros donde tomar el sol o refugiarse en la sombra de las palmeras. Para los aficionados del submarinismo, la principal atracción es el sendero marino, el cual tiene una longitud de 205 metros. Es más probable encontrar días soleados entre diciembre y abril, aunque suele estar abarrotado ya que es temporada alta. Aunque, el océano se encuentra mucho más tranquilo de mayo a noviembre a pesar del pequeño riesgo de huracanes y los días de lluvia.

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