nerea gil
Valencia
Viernes, 2 de marzo 2018, 19:18
El deseo de reencontrarse y desconectar durante un tiempo de la realidad, relajarse y dejar de lado el estrés diario, actualmente, es habitual sentirlo. Pero, por difícil que parezca, hay una manera de cumplirlo: visitando dos paisajes realmente espectaculares, el Pantano del Regajo y la Vía Verde de Ojos Negros, situados en la comarca del Alto Palancia, en el municipio de Jérica (Castellón), a 64 kilómetros de la ciudad de Valencia.
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Ideales para cualquier tipo de planes, es habitual la presencia de fotógrafos tanto principiantes como profesionales, la llegada de una familia que ha decidido pasar un día en pleno corazón de la naturaleza o, para aquellos más aventureros y deportistas, la posibilidad de pescar, descender por el río Palancia en piragua, o practicar escalada, senderismo o equitación.
El Pantano del Regajo, ubicado en la confluencia del río Palancia, Regajo y Lipa, fue construido el año 1959 por la Confederación Hidrográfica del Júcar con el objetivo de solventar el problema surgido de la falta de agua para regar las huertas de Sagunto después de la riada del 57.
Ubicado muy cerca de Navajas, este lugar cuenta con paisajes naturales de una belleza impresionante en los que cada visitante puede sentir que está rozando la naturaleza con sus manos y relajarse totalmente. Si en cualquier momento surge el espíritu aventurero, cabe la posibilidad de realizar deportes acuáticos; para los más atrevidos, existe el puenting o la escalada, y sin olvidarse de los más relajados, se puede realizar senderismo o bicicleta.
Debido a la poca distancia que existe entre el pantano y Navajas, se puede visitar el conocido Salto de la Novia, rodeado de vegetación y situado en plena naturaleza. Se trata de un espectáculo digno de ser visto, donde una cascada desciende a más de 30 metros de altura para acabar en las aguas del Río Palancia. Cualquier excusa es buena para acudir a este lugar y disfrutar de sus aguas cristalinas y del entorno indescriptible que lo rodea.
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Conocida con ese nombre debido a que uno de sus inicios es la localidad de Ojos Negros (Teruel), se trata, actualmente, de la Vía Verde más larga de España con 160 kilómetros de recorrido entre Teruel y la costa valenciana.
Repleta de sorpresas como la existencia de estaciones de tren abandonadas o un antiguo escondite de ametralladoras de la Guerra Civil en Caudiel, es una vía donde es usual la práctica de senderismo o de marcha nórdica, posiblemente interrumpida por el paso de pastores con su rebaño, ofreciendo una imagen espectacular totalmente alejada de la realidad urbanística.
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Este paisaje natural es, por tanto, una bellísima ruta donde los visitantes pueden recorrer un gran número de túneles, claramente iluminados, puentes con vistas inolvidables y contar con el privilegio de poder observar el resto de parajes de la zona. Unido a esto, la visita proporciona un entorno perfecto para disfrutar y conocer más profundamente la naturaleza y el medio rural.
En definitiva, ante todo esto se hace evidente la belleza reflejada en ambos parajes naturales y, por lo tanto, cualquier razón es válida para visitarlos hoy y no cometer el error de dejar algo tan bonito para mañana.
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