Sergio Giraldo hace brillar la barra de Señuelo

chema Ferrer. El disfrute gastronómico sobre una barra tiene algo de especial y no voy a defender ahora a los 'comidistas', llamados bárbaramente 'foodies', diciendo que es lo que está de moda. Las barras, bien en establecimientos tradicionales o como hace ya algunos lustros en locales donde se sirve alta cocina tienen todas un aspecto socializador y desenfadado que no posee el comer a mesa y mantel. El chef Sergio Giraldo y su Señuelo están por la labor y así se puso en marcha una espléndida barra en su restaurante donde se sirve una selección de sus mejores creatividades culinarias. Este otoño además llega con nuevos platos y sirve incluso sus arroces, que como ustedes bien saben, fundamentalmente se apoyan en su querencia marinera. Se puede dar comienzo con su Ensaladilla de Quisquilla, recomendabilísima y con un toque de encurtidos que te prepara el paladar para uno de sus clásicos, la Croqueta de Gamba líquida; una novedad sorprendente, la Bravas marineras, sí como lo oyen, con un toque de ralladura de mojama de bonito.

Otros de interés, la impecable Sepia con Mayonesa de la Barra de San Pedro o el Mollete-Almusafes con sobrasada marina (una suerte de homenaje al chef Ángel León). Ya sé que puede ser abusar, pero antes del arrocito pidan, aunque sea para compartir, el Brioche de Guiso de Calamar y Blanquet, ¡genial! calamares en su salsa encebollada y embutidos estos con el picadillo del clásico blanquet valenciano. Entre los arroces en paella sirven el de Conejo y Caracoles, el de Quisquillas o los marineros con pescado de la playa, como el que Sergio Giraldo trajo a la barra presidido por un pajel que era puro sabor a mar. Hay algún plato de cuchara, pescados de lonja y carnes de calidad que se presentan trichadas y una sección de postres de barra entre los que brilla con autoridad su Melón encurtido servido con Granizado de Manzana, te quedas nuevo.

Se puede comer bien en la barra por un tiqué medio de 25 a 30 euros, y bueno, no les doy más la tabarra con la barra, les garantizo que las mesas de Señuelo siguen igual de bien servidas.