Tàrbena: historia, naturaleza y gastronomía

Adentrarse en «Sa nostra Vall» de Tàrbena significa abrir un gran abanico de posibilidades de ocio, relax y disfrute. Más allá de la historia, el arte y la cultura dejados por la impronta de íberos, romanos, árabes a su paso por estas tierras, nos encontramos con unos recursos naturales de gran belleza paisajística y medioambiental

EXTRAS

Jueves, 22 de abril 2021, 01:12

Rodeados de almendros, cerezos y olivos, aromatizados por romero, tomillo y manzanilla, cada estación es una fiesta con sus colores, olores y ritmos, desde la hermosa floración de los almendros en febrero hasta la rugosidad helada de la sierra del Ferrer durante nuestro suave invierno.

Empezamos con una excursión corta y subimos al castillo, conocido en el pueblo como «Sa Caseta des Moros». Desde las ruinas del castillo disfrutaremos de vistas panorámicas de todo el Valle de Tàrbena y la Marina Baixa. Desde aquí se aprecian las sierras del Carrascal de Parcent, Ferrer, Bernia, Ponoig, Xortá y Aitana.

Las ruinas del castillo son de gran interés histórico. De origen árabe mudéjar pertenecen a la época anterior de la reconquista, cuando Tàrbena era la sede del alcaide Muhammad Ibn Ishaq y tenía bajo su dominio una gran extensión de tierras desde Calpe hasta Altea.

Después de la excursión volvemos al pueblo para comer en uno de los seis restaurantes y disfrutar de la gastronomía y buen trato tan característico de los pueblos de la montaña Alicantina.

Disfrute de la historia larga e interesante de Tárbena que se puede conocer con un paseo desde el presente hasta el Neolítico

Tàrbena, como muchos otros pueblos de las Marinas, fue repoblado por familias mallorquinas tras la expulsión de los moriscos en 1608. Este vínculo estuvo casi olvidado hasta que un estudio académico reveló que el origen de los Tarbeneros era Santa Margalida en Mallorca.

DE INTERÉS: La Festa des Parlar de Sa

GASTRONOMÍA: Platos . «arroz con alubias y nabos«, «puchero«, «potaje«, «borra«, «coca pimiento y tomate» y «minxos«. No podemos olvidar los embutidos como «blanc», «botifarres» y la famosa sobrasada. Ni tampoco dejar de mencionar «la pebrera i tomaca salà». De dulces sugerimos «mantecades», «almendrados», «pastissos», la tradicional «mona» y los típicos buñuelos de calabaza.

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