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Rebeca Valls. LP
Rebeca Valls: «El teatro siempre está en crisis, parece que todo el tiempo hay que volver a empezar»

Rebeca Valls: «El teatro siempre está en crisis, parece que todo el tiempo hay que volver a empezar»

Llega al Talia con 'La ratonera' de Agatha Christie, la obra no musical más vista de todos los tiempos, dirigida ahora por Ignasi Vidal

Jueves, 2 de enero 2025

Rebeca Valls lleva muchos años sobre las tablas. La experiencia le ha permitido dirigir, además de actuar, y dice estar en un momento de mucha madurez profesional. Estará hasta el 9 de febrero en el Talia, donde ya ha vuelto 'La ratonera' de Agatha Christie, dirigida por Ignasi Vidal. Es la obra no musical más vista del mundo, y vuelve con una versión a la española.

-'La ratonera' es la obra no musical más vista del mundo. ¿Qué tiene que no pasa de moda?

-Lo primero y más importante es que es obra de Agatha Christie. Está muy bien escrita y el espectador forma parte activa del juego, que parece un cluedo en el que el público tiene que ir adivinando quién es el policía. El espectador va dudando de unos y de otros. El objetivo es que desconfíe de todos los personajes. Y al final hay una gran sorpresa.

«El teatro siempre está supeditado a lo que uno puede hacer y no a lo que uno quiere hacer»

-¿Da miedo sumergirse en una obra de Agatha Christie? Es toda una responsabilidad.

-Sí que da respeto porque es una obra tan longeva que se ha mantenido tantos años en Londres y con tantos espectadores... Había una responsabilidad añadida con nuestra versión, que está adaptada a nuestra manera española de hacer las cosas y no tanto al estilo inglés. Es la segunda temporada y vamos a estar dos meses seguidos en el Talia. No se suele tener esa suerte. Y lo chulo es que además de tener esa estructura clásica de Agatha Christie y mantener el espíritu del thriller policiaco, es una obra del 2024, que transcurre aquí y ahora. Hay móviles, redes sociales...

-¿Qué más tiene esta versión que no tengan las anteriores?

-Lo fundamental es que hemos hecho que el terror de esta versión sea menos vívido y más psicológico. Estamos tan acostumbrados a los estímulos y la rapidez de las plataformas que queríamos un tipo de terror diferente. También hemos eliminado media hora para aligerar la obra, así que el conflicto empieza desde el principio. El objetivo es volver loco por dentro al espectador. Por cómo está hecha la obra, acabas sospechando hasta de tu propio marido. Se vive de forma muy interna.

-¿Cómo está siendo trabajar con Ignasi Vidal?

-Ignasi tiene una cosa flipante, y es que es un poco anti teatro en el buen sentido, es decir, le gusta que parezca que todo está improvisado, de manera que unos se interrumpan a otros, que se hable a trompicones, como en la vida real. Él necesita escuchar las frases como si fuera una partitura, en momentos muy concretos. Aprendes mucho de Ignasi.

-Hábleme de su personaje en 'La ratonera'.

-Se llama Mollie Ralston. Se acaba de casar y ha abierto junto a su marido el negocio de una casa rural apartada, para acoger huéspedes. Ella se siente torpe, pero a la vez muy ilusionada con su nueva vida. ¿El problema? A pesar de que es una mujer fuerte y decidida, tiene que dejar atrás una vida que lleva en secreto y por la que arrastra un profundo trauma. Las taras, por culpa de ese trauma, irán saliendo como pequeñas aristas. Hay un viaje muy grande de este personaje a lo largo de la obra.

-Has ganado premios como el de las Artes Escénicas Valencianas y tantos otros. ¿Cómo valoras tu trayectoria?

-Desde hace unos años he empezado a dirigir a la vez que actúo. Acabo de terminar con 'La mujer de negro', que estuvo en Talia, luego en Madrid y ahora volverá a Valencia. Estoy en un punto muy interesante, recogiendo los frutos de todo mi trabajo y entendiendo cosas que antes no veía tanto. Siento un punto de madurez nuevo. Supongo que esto llega con la edad, y quizás dentro de 10 años piense que esto no fue nada, pero ahora creo que he subido un peldaño más. Eso me impulsa a no quedarme quieta. Tengo mucha suerte de poder actuar y dirigir, y de que me guste tanto mi trabajo.

-Pasados los 40 años, las actrices en general se ven arrojadas a cierto ostracismo en el sector. Aitana Sánchez-Gijón decía que pasó, de un año para otro, de ser la chica de la peli a la madre de la chica de la peli. Y que dejaron de llamarla. ¿Usted ha sufrido esto?

-Lo veo igual que Aitana, solo que con el cine hay una diferencia, y es que normalmente se ve la edad de verdad. En el escenario puedes engañar un poco con eso, puedes aparentar un mayor rango de edad. No me ha pasado lo mismo. Sigo haciendo de estudiante de máster o mujer madura. Pero sé que ese momento que describes llega, y veremos cómo lo sorteo. Aunque es cierto que las cosas están cambiando muy rápido. Ahora hay personajes femeninos interesantes y maduros en todo tipo de roles, y eso hace que haya más referentes. Y al tener esos referentes, las niñas de hoy están creciendo de otra manera, más libre.

-¿Y cómo ve el teatro valenciano? ¿Está en un buen momento?

-No, la verdad es que no lo estamos. A pesar de la cantidad de talento, las compañías, proyectos, profesionales, autores y autoras... No solo es la falta de ayudas, también es la dana, que se ha llevado mucho por delante. El teatro siempre está en crisis, siempre tienes la sensación de tener que volver a empezar, esto es volver una y otra vez al amateurismo, a hacer las cosas con bajos presupuestos, renunciando a personajes y actores. Todo supeditado a lo que se puede y no a lo que se quiere. Pero siempre salimos adelante. Se ha demostrado en todas las crisis que el teatro y las artes nos alimentan el alma y las necesitamos. El teatro es un acto público que vives en privado. El viaje es de uno mismo. Es muy bonito todo lo que genera.

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