Recorrer el Alto Palancia de Castellón en bicicleta permite descubrir la riqueza cultural y natural de la región de una manera única. Con sus encantadores paisajes, variada geografía y clima agradable, se posiciona como un paraíso para los amantes del ciclismo. Recorrer esta comarca en bicicleta permite descubrir su esencia, desde los tranquilos pueblos hasta las desafiantes montañas.
Publicidad
Estas rutas cicloturísticas permiten disfrutar del deporte en plena naturaleza, donde es clave la sensibilización ciudadana sobre la importancia del uso sostenible de la bicicleta como medio de transporte. Gracias a las rutas ciclistas disponibles en diferentes niveles en la provincia de Castellón, se fomenta la reducción de la huella de carbono y de la concienciación a una movilidad más responsable. El contacto directo con los paisajes de la comarca, reforzando la conexión de los ciclistas con la naturaleza, despierta una mayor conciencia ambiental.
En la comarca del Alto Palancia se puede disfrutar desde rutas accesibles como la de Navajas, ideales para quienes buscan combinar actividad física moderada con disfrute paisajístico, hasta recorridos más demandantes como el de Segorbe, diseñados para los ciclistas más exigentes.
Para quienes buscan una ruta cicloturística accesible pero enriquecedora, esta ruta de 33,10 kilómetros es perfecta. Contando con un desnivel acumulado de 579 metros, combina la belleza del entorno con un nivel de dificultad moderado, ideal para iniciarse en el mundo del ciclismo.
Publicidad
El recorrido comienza en el pintoresco pueblo de Navajas, tomando la carretera CV-2140 en dirección a Segorbe. El primer tramo, prácticamente llano, permite calentar las piernas mientras se admira el paisaje. Al llegar a Segorbe, un pequeño repecho lleva la ruta hasta casi 400 metros de altitud, presentando el primer reto del recorrido. Tras este esfuerzo, se podrá relajar las piernas en una bajada de tres kilómetros, un respiro antes de adentrarse en las laderas de la Sierra de Espadán.
Continuando por la CV-215, se encuentra el tramo más exigente: más de 10 kilómetros de subida con pendientes variables, donde los tramos de mayor dificultad se sitúan entre Vall de Almonacid y Algimia de Almonacid, dos encantadores pueblos que ofrecen una pausa entre el esfuerzo.
Publicidad
El momento cumbre de la ruta llega con el ascenso al Puerto del Matet, una subida de 2,5 kilómetros que, a pesar de su intensidad, resulta breve. Desde aquí, el descenso que sigue permite disfrutar de una experiencia relajante, atravesando los pueblos de Matet y Gaibiel. El último tramo lleva a los ciclistas cerca del Pantano del Regajo, una parada obligatoria para contemplar la belleza del agua rodeada de montañas. Este lugar ofrece un momento de conexión con la naturaleza, perfecto para recargar la energía antes de regresar al punto de partida en Navajas.
Para quienes buscan una experiencia exigente, esta ruta de 174,80 kilómetros es una prueba de resistencia física y mental. Con un desnivel acumulado de 3.651 metros, se trata de uno de los recorridos más duros y espectaculares de la provincia de Castellón.
Publicidad
Partiendo desde Segorbe, el trazado comienza por la CV-195, un tramo quebrado que presenta subidas constantes desde el primer kilómetro. Este esfuerzo inicial culmina en el Puerto de Arenillas. Después de superar este primer desafío, se puede disfrutar de un descenso de 13 kilómetros hacia Montanejos, un pintoresco pueblo rodeado de naturaleza y tradición. A partir de este pueblo, la ruta se vuelve más exigente. Las subidas que conducen al Embalse del Arenoso tienen inclinaciones de hasta un 17%, una prueba de fuerza que recompensa con vistas impresionantes de las aguas cristalinas del embalse. El cual invita a detenerse y admirar el entorno, cargando las pilas para la siguiente parte del recorrido.
El ascenso al Puerto de Villanueva de Viver marca uno de los momentos más desafiantes del recorrido. A lo largo de la CV-240, llegando a alcanzar una altitud de 1.018 metros, con un esfuerzo sostenido que culmina en vistas panorámicas inigualables. Desde aquí, el descenso hacia Bejís permite un breve descanso antes de enfrentar el segundo gran reto, el Puerto de Sacañet, que culmina en Monte Mayor. Es un trayecto lleno de contrastes, desde la exigencia de las subidas hasta la serenidad del Paraje Natural de la Torrecilla-Puntal de Navarrete, se puede experimentar la variedad de paisajes que caracteriza a esta comarca.
Publicidad
La última etapa de la ruta, de regreso a Segorbe, no es menos desafiante. Los puertos de Almedíjar y la Nevera ofrecen una última prueba para las piernas, pero también brindan la satisfacción de conquistar una de las rutas cicloturísticas más exigentes de la provincia de Castellón.
Descubre una amplia variedad de rutas y explora opciones fascinantes para tus próximas aventuras cicloturísticas visitando la página web oficial www.turismodecastellon.com. Allí podrás encontrar itinerarios detallados, mapas y recomendaciones para disfrutar al máximo de la provincia.
Noticia Patrocinada
Financiado por la Unión Europea, Next Generation, Plan de Recuperación, Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Gobierno de España gestionado a través de Turisme Comunitat Valenciana.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.