El PP valenciano no está para fiestas

Las noches de vino y rosas en el PP valenciano están aparcadas. Al menos la del próximo domingo, porque los populares valencianos no están para fiestas. A pesar de que el acto del Ágora del pasado miércoles lo consideran un éxito, aunque no se puede comparar con grandes mítines celebrados hace tres años con la plaza de toros a reventar, no van a continuar la tradicional celebración de la noche electoral en el Alameda Palace. Aunque en este caso no será ni en esta ni en ninguna otra sala de fiestas.

La campaña electoral ha terminado con una crisis interna en el núcleo duro de la Presidencia de la Generalitat. El jefe del Consell, Alberto Fabra, ha tenido que prescindir de Lola Johnson, una de sus más estrechas colaboradoras, por la línea roja que él mismo ha trazado. Johnson formaba parte del núcleo duro del prsidente junto con su número dos en el partido y conseller de Gobernación, Serafín Castellano, su secretaria autonómica Organización y Coordinación, Esther Pastor, y el conseller de Sanidad, Manuel Llombart.

La dirección del partido seguirá el recuento de la noche electoral en su sede de la calle Quart, aseguraron fuentes del partido. No hay dinero para fastos ni tampoco ganas de pasar un mal rato si los resultados finales no son los que esperan, en especial los datos que salgan de las urnas de la Comunitat Valenciana.

El PSPV y EU harán lo mismo que los populares: el recuento, en la sede. Los socialistas en la calle Blanquerías y los de izquierdas en la calle Borrull. Compromís, por su parte, sí quiere fiesta y quiere vivir el recuento en una sala de fiestas del barrio de Ruzafa. UPyD acudirá a un hotel.