Los archiveros lamentan que los Borja se conviertan en arma arrojadiza

La Asociación de Archiveros y Gestores de Documentos Valencianos (AAV) ha lamentado que los archivos sean "un arma arrojadiza" que se utilice para intereses políticos, en relación al traslado de documentos de los papas Borja desde Valencia a Barcelona.

La AAV se ha referido así a la polémica surgida los últimos días después de que el secretario del Instituto Internacional de Estudios Borjianos, Eliseu Climent, informara de que los cerca de 2,5 millones de documentos procedentes del Archivo Secreto Vaticano que tenía en depósito esta entidad están desde hace "7 u 8 días" en el Arxiu Nacional de Catalunya.

Posteriormente la Generalitat solicitó al Archivo Vaticano todos los documentos referentes a los papas Borgia, Calixto III y Alejandro VI para tenerlos en depósito en el Archivo del Reino y poder abrir una línea de fomento de la investigación.

Según la Asociación de Archiveros, los documentos trasladados son una copia digital de parte del Archivo Secreto Vaticano, cuyo original se encuentra en Roma.

El problema planteado por el traslado de la copia no es entonces un problema de archivos, si no de investigación, puntualiza la asociación, ya que el archivo original permanece en el mismo sitio.

Los archiveros admiten que es un problema "muy común" el poco aprovechamiento de estos archivos para estudios e investigaciones, y que muchas entidades se encuentran con la "incomprensión" de las instituciones a la hora de promover estas acciones.

La AAV ha aprovechado para lamentar la situación "nada envidiable" de la gestión de los archivos valencianos, puesto que muchas Consellerias no tienen un servicio de archivos, y el puerto de Valencia y la desaparecida Radiotelevisión Valenciana no tienen a ningún profesional al frente de su fondo documental.

"Los archivos deberían contar con los medios adecuados y los profesionales cualificados para dar el servicio necesario y exigible a la ciudadanía", ha manifestado la asociación, que lejos del "teatro político" que ha supuesto esta última polémica, insiste en que el verdadero debate debería centrarse en cómo preservar el patrimonio documental de la Comunitat Valenciana.