Las escuchas de Rabasa dañan la estrategia del PSPV

El grupo socialista llega de nuevo al debate en una comprometida tesitura, tras la revelación de parte de las conversaciones telefónicas del caso Brugal. En concreto, el informe policial de la UDEF que hace referencia al plan Rabasa atribuye al histórico dirigente socialista alicantino Ángel Franco, un papel clave a favor del empresario Enrique Ortiz en la consecución de dicho plan urbanístico. El ya exmilitante del PSPV anunció el viernes que había solicitado su baja en el partido para evitar que, en caso de ser imputado, el PSPV active los mecanismos contemplados en sus estatutos para su expediente de expulsión.

Así, esta misma semana, el caso Brugal y, en concreto una de sus vertientes, ha dejado de ser un problema exclusivamente para el PP valenciano, para pasar a ocupar al PSPV. Desde el partido defienden que no ha hecho falta actuar en el caso de Franco porque él mismo ha dado un paso atrás antes de ser imputado por el juez que instruye el caso. El alicantino, un referente del socialismo en los últimos cuarenta años, entorpecerá la estrategia del síndic del PSPV, Antonio Torres, que bien seguro que sacará a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, a la palestra, en más de una ocasión. Torres, que lleva días preparando su discurso a conciencia con un reducido equipo de colaboradores, se centrará en los tres años en los que Alberto Fabra lleva como presidente. Sobre todo ahora que el actual Consell insiste en que algunos de los problemas que sobrevuelan el Palau tienen fecha anterior a la llegada del castellonense a la Presidencia. Así, Torres quiere poner negro sobre blanco, con datos en la mano, que la Comunitat, con Fabra en el Gobierno, no ha mejorado tanto como el actual equipo reivindica. El PSPV contará de nuevo con Ximo Puig, el líder del partido, como invitado en la tribuna. Será la última ocasión en que el secretario general no esté en el hemiciclo, ya que ahora ocupa escaño en Madrid.