Castedo y Fabra, en uno de los últimos actos en que han coincidido. :: álex domínguez

El presidente coincide con Castedo una semana después del plante de la Volvo

El jefe del Consell presidirá con la alcaldesa la salida de la primera etapa de la prueba, tres meses después del último acto juntos

J. C. F.

Sábado, 11 de octubre 2014, 00:11

Alberto Fabra y Sonia Castedo volverán a coincidir hoy, casi tres meses después de la última ocasión, en un acto institucional. Se trata de la ceremonia de salida de la etapa 1 de la Volvo Ocean Race, que tendrá lugar esta mañana en Alicante.

Publicidad

La cita ha levantado la máxima expectación, máxime después de que el presidente de la Generalitat y del PP valenciano decidiera no acudir la semana pasadea al primer gran acto institucional de la regata: la inauguración del Race Village, el acto de apertura de un recinto de ocio de más de 40.000 metros cuadrados con el que arrancaba oficialmente esta edición de la vuelta al mundo a vela. Inicialmente, el equipo del jefe del Consell anunció su presencia en aquel acto pero justo la víspera se aclaró que la representación del Ejecutivo correría a cargo del vicepresidente José Císcar.

El morbo de la coincidencia hoy del líder de los populares valencianos y la alcaldesa de Alicante viene marcado, claro está, por la situación judicial de Castedo, imputada en dos causas judiciales -Brugal y Rabasa- por supuesto trato de favor al constructor Enrique Ortiz.

Fabra ha venido reivindicando su línea roja con los cargos salpicados por investigaciones judiciales de casos de corrupción. Y Con Castedo ha exhibido además una contundencia llamativa. Tanto el líder del PPCV como algunos otros cargos del partido han venido remarcando que, en su situación actual, Castedo no podría volver a encabezar la candidatura popular a la alcaldía.

El discurso de Fabra se vio reforzado el día que se conoció que Castedo pasaba a estar imputada no sólo en la causa de Brugal -por el supuesto amaño del PGOU de Alicante- sino también en Rabasa. Dos imputaciones, se dijo entonces, harían imposible que llegara sin 'mochila judicial' al momento de elegir a los cabezas de lista. Los plazos jugaban en su contra.

Publicidad

Castedo pudo al menos darse un pequeño respiro esta semana, tras conocer la decisión del juez del caso Rabasa de paralizar la instrucción, a la espèra de pronunciarse sobre un recurso de nulidad presentado por Ortiz que, con el argumento de la ilegalidad de las escuchas sobre las que se sustentaba la investigación, podría darle un vuelco a este procedimiento.

La noticia es positiva para los intereses de la alcaldesa de Alicante. Pero no aclara ni mucho menos su horizonte judicial. Primero, porque no está claro que la resolución del recurso de nulidad presentado por el constructor alicantino vaya a resolverse antes de tres o cuatro meses.

Publicidad

Y en segundo lugar, porque incluso en el caso de que la decisión de los tribunales fuera favorable a los intereses de la alcaldesa, seguiría pesando sobre ella la otra causa. Es verdad que ésta, Brugal, también se basa en unas escuchas. Y que la defensa de Castedo pretende utilizar una eventual nulidad del caso Rabasa para extenderlo a Brugal. Pero que todas esas decisiones puedan concretarse antes de que el PP haga oficiales sus cabezas de listas para las municipales de mayo de 2015 va un significativo trecho.

Tanto Fabra como su equipo en Presidencia de la Generalitat han tenido poco problema en hacer evidente que se trataba de evitar la foto con la alcaldesa de Alicante. De hecho, la última vez que uno y otro coincidieron en un acto fue el pàsado 17 de julio, en Elche, durante la celebración de la Noche de la Economía alicantina. Que uno y otro coincidieran en el acto lo cuentan las crónicas. Pero lo cierto es que el protocolo acabó situando a Castedo en una esquina, con lo que hizo poco menos que imposible la imagen de ambos.

Publicidad

Las relaciones entre Fabra y Castedo están más que deterioradas. La alcaldesa no sólo no ha atendido las invitaciones que le llegaban desde el Palau de la Generalitat para dejar el cargo, sino que en privado no oculta su decepción con la falta de apoyo que recibe desde su partido. La actitud de Fabra hacia Castedo contrasta, por ejemplo, con la de Alfonso Rus, que siempre que se refiere a la alcaldesa reivindica su presunión de inocencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad