zuriñe ortiz de latierro
Sábado, 18 de octubre 2014, 21:09
En la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada tienen el convencimiento personal y la certeza profesional de que «no entran todos los que deben». Chorizos en la cárcel, quieren decir, aunque aquí no se habla así. Andan desbordados. A finales de los años noventa su entonces fiscal jefe, Carlos Jiménez Villarejo, mostraba cabizbajo a unos periodistas cajas donde se pudrían los casos: «No damos abasto». España digería aún platos tan indigestos como Rumasa, Kio, Filesa, Roldán, Urralburu, Juan Guerra, Banesto...
Publicidad
Lea la información completa en la edición impresa o en Kioko y Más.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.