Sánchez detecta en Rajoy comportamientos «franquistas»

El distanciamiento entre el presidente del Gobierno y el líder del PSOE se ha puesto de manifiesto en la sesión de control en el Congreso de los Diputados. Dos semanas después de que Mariano Rajoy mostrara su desconfianza hacia Pedro Sánchez al hilo de la reforma constitucional que plantea, el secretario general de los socialistas ha definido al jefe del Ejecutivo como "el presidente más retrógrado de la democracia española". "Sólo le falta recuperar la frase franquista de la calle es mía".

Sánchez ha acusado a Rajoy de aprobar recortes en sanidad o educación, permitir escuchas ilegales, dar luz verde a una ley mordaza o convertir RTVE en un "NODO de estilo franquista". "Usted legisla solamente para la derecha más extrema de este país", le ha espetado. Con la vista puesta ya en las elecciones, el dirigente del principal partido de la oposición ha pronosticado, además, la derrota electoral del PP. "Le molesta -ha asegurado- la realidad en España y pretende acallarla a base de golpes de su mayoría absoluta. Le molesta la gente en la calle, pero váyase acostumbrando porque es a donde le van a mandar a usted y su Gobierno a partir del año 2015 como consecuencia de los recortes en derechos y libertades".

El presidente, por su parte, ha vuelto a comparar a Pedro Sánchez con Alfredo Pérez Rubalcaba que, ha dicho, "probablemente tenía más tino cuando pronunciaba frases en la cámara". No es la primera vez que Mariano Rajoy añora al exlíder del PSOE. Ayer mismo, en la tradicional copa de Navidad de Moncloa, comentaba el "gran error" que, a su juicio, cometió Rubalcaba abandonando el cargo tras el desplome de los socialistas en comicios europeos y el desgaste interno sufrido.

De hecho el Ejecutivo no ve en Pedro Sánchez alguien con quien pactar, especialmente desde que propusiera la reforma del artículo 135 de la Constitución que modificaron de común acuerdo PSOE y PP tras una conversación entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno ha recordado que este no ha sido el único cambio de criterio. "No se puede decir una cosa cuando se está en el Gobierno o hacerla y luego decir otra radicalmente contraria cuando se está en la oposición. Es lo que le pasa con las concertinas, con el déficit público, la reforma de la Carta MagnaY al final eso acaba por generar la sensación, si no la seguridad, de que tiene usted una cierta confusión a la hora de tener un criterio sobre cualquier cosa", ha concluido.