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¿Qué es Valmor?

Jorge Martínez Aspar, Fernando Roig y Bancaja crearon la empresa de la F-1

M. HORTELANO

Viernes, 19 de diciembre 2014, 23:57

Corría el 1 de junio de 2007. El PP valenciano había ganado las elecciones con mayoría absoluta unos días antes y en entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, firmaba en Londres el acuerdo con Bernie Ecclestone para organizar el Gran Premio de Fórmula 1 que se correría en el nuevo circuito urbano de Valencia. Apenas un mes antes, el empresario del motor Jorge Martínez aspar, el presidente del Villarreal y Bancaja, habían constituido en el registro mercantil una nueva empresa bajo el nombre de Valmor Sports, que poco después sería la encargada de organizar las carreras. Una compañía privada sin más experiencia en el mundo del motor que la trayectoria del expiloto Aspar y sin más aval de negocio que la viabilidad económica que el propio presidente Camps les había garantizado para su nuevo negocio.

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Así se comienza a escribir la historia de Valmor, la mercantil que amenaza con poner patas arriba la continuidad del actual Consell. La empresa, constituida ad hoc para organizar la Fórmula 1, carecía incluso de licencia federativa de la Real Federación Española de Automovilismo, algo absolutamente necesario para promover la carrera. Pero ni si quiera eso importó para que fuera la elegida. De suplir esa carencia ya se encargó el Circuito del Motor, la empresa pública de la Generalitat que sí contaba con los permisos y la experiencia. Una vez creada la empresa, se firmó el contrato entre la FOA (Formula One Administration, la empresa del magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone) y con Valmor Sports. Un episodio al que la Fiscalía reconoce en su querella que se le «dio apariencia de que se trataba de un contrato entre dos sociedades privadas». Nada más allá de la realidad. Ecclestone, a pesar de no conocer nada de la empresa que iba a organizar sus carreras en Valencia, ya había negociado con Camps las condiciones y se sirvió de sus referencias para rubricar el acuerdo. Según el fiscal, el Consell «incluso eludió todos los procedimientos administrativos de contratación pública, interponiendo a una empresa privada, a pesar de que lo iba a desarrollar una pública (el Circuito)».

La empresa Valmor no sólo no tenía licencia, sino que carecía de infraestructuras y personal (tenía en plantilla a doce empleados) para acabar organizando un evento de tal magnitud y trascendencia internacional. Por eso, en marzo de 2008 firmó un contrato con Circuito del Motor (empresa pública) para cederle la organización deportiva de la prueba. En la primera edición de la F-1 en Valencia, la empresa de Aspar, Roig y Bancaja presentó pérdidas. Sólo el canon que había que pagar a la FOA_era de 26 millones de dólares por esa carrera y no se había abonado. Tanto es así que el Consell se vio obligado a interceder ante Ecclestone, porque el impago del canon no sólo suspendería la carrera, sino que traía consigo una penalización económica. Así que la Generalitat tomó las riendas de las finanzas y a través de la Sociedad Proyectos Temáticos se hizo copromotora, acordó el pago del canon anual, y se eximió a Valmor de su obligación. Así, la SPTCV acabó abonando el canon anual, por lo que Valmor quedó liberada. La jugada salió redonda para la empresa de Aspar y Roig. La Generalitat asumía los costes, a pesar de que el día en que se firmó el contrato por el que se traía el Gran Premio a Valencia, el presidente Francisco Camps aseguró que la Fórmula 1 no iba a costar «ni un euro de dinero público a los valencianos».

En 2011, incluso la Generalitat pasó a convertirse en avalista de Valmor, en sustitución de Bancaja. Y en diciembre de ese año, el Gobierno valenciano compró la empresa privada por un euro y se convirtió no sólo en accionista única de Valmor, sino que asumió también las deudas de la compañía por valor de 34 millones de euros. En ese momento, el Consell compró sus participaciones a Roig y a Aspar que, además, y por contrato, quedaron exentos de cualquier responsabilidad o falta.Así es la historia de una empresa pantalla.

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