Tres candidatos a ser el cartel electoral del PP en Alicante

Cuando suenan varios nombres como posibles carteles electorales de un partido político, la conclusión siempre es la misma: el puesto es deseado pero no hay un candidato mucho más fuerte que los demás. En el caso del cartel electoral del PP para el Ayuntamiento de Alicante -tras la dimisión ayer de Sonia Castedo- ocurre un poco de eso.

Hasta tres aspirantes a convertirse en candidato a la alcaldía han sonado en las últimas semanas. A la que se considera como mejor situada es a la titular de Bienestar Social, y exconcejala de Alicante con Castedo, Asunción Sánchez-Zaplana. La consellera cuenta además con el beneplácito de la dirección provincial, consciente de que el cartel electoral de los populares alicantinos es un puesto codiciado, y que dejarlo en manos de un aspirante sin sintonía con la ejecutiva que dirige José Císcar crearía más problemas que soluciones. Sánchez-Zaplana carece quizá de ese perfil populista de Castedo tan apreciado en el entorno de las fiestas de San Joan. Pero su capacidad política y su experiencia como gestora prueban su solvencia. Y sobre todo, su complicidad con las direcciones provincial y regional del partido permitiría una etapa de estabilidad, alejada de la batalla que ha caracterizado la última etapa del mandato de Castedo -imputada desde hace dos años, enfrentada abiertamente con el presidente regional y ninguneada por la dirección nacional-.

Sánchez-Zaplana, por el momento, procura no hacer ruido. Suena su nombre pero ella continúa centrada en su gestión en la conselleria. Quizá porque Castedo seguía en el cargo y no hubiera resultado coherente dejarse ver más de lo necesario. Pese a ello, su presencia en actos de carácter orgánico celebrados en la localidad de Alicante es cada vez mayor.

El aspirante a la alcaldía que más se está dejando ver en la carrera por suceder a Castedo y convertirse en cartel electoral para 2015 es Carlos Mazón. El director gerente de la Cámara de Comercio no oculta su intención de pelear por convertirse en el candidato popular a la alcaldía en las municipales de 2015. Mazón reúne muchas de las cualidades políticas que la dirección regional considera idóneas para asumir el cargo. Entre otras, la de disponer de experiencia y habilidad contrastadas. Ante un escenario electoral incierto, un cabeza de cartel de perfil fuerte podría resultar determinante para terminar de decantar las opciones de los populares en esa ciudad.

Una de las virtudes de Mazón, el hecho de contar con un indiscutible anclaje con el PP de la ciudad de Alicante, se convierte al mismo tiempo en su principal inconveniente. Aunque rehuye de la calificación de 'zaplanista' lo cierto es que su trayectoria política y su entorno le sitúan en las antípodas de lo que la actual dirección provincial del PP desearía para el cargo. El equipo de Císcar, de hecho, se ha mostrado partidario en algunos ámbitos de realizar alguna encuesta en la ciudad con el objeto de determinar cuál es el candidato preferido por la ciudadanía para el cargo.

Hay otro aspirante a suceder a Castedo. El actual concejal de Fomento, Carlos Castillo. Su gestión al frente de ese departamento es su mejor aval, aunque fuentes de la dirección regional consideran que adolece del carácter enérgico y resolutivo que necesita un puesto como la alcaldía de Alicante. Podría ser una solución intermedia en el caso de que los dos anteriores terminaran siendo descartados.

La dirección provincial, con todo, insiste en consultar a la militancia respecto al candidato preferido para optar a la alcaldía. El entorno de Císcar asume que se trata de una decisión capital, en la que el partido se juega no sólo una alcaldía clave, sino que también debe servir para recuperar la estabilidad orgánica en un partido sacudido por el horizonte judicial de Castedo.