BURGUERA
Domingo, 3 de mayo 2015, 01:00
«Esta tarde algo pasa, una cosa u otra». Ese era el comentario en los principales despachos del partido y del Consell durante la mañana de ayer. Alfonso Rus podía dimitir o ser dimitido. La emisión de grabaciones realizadas por el exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, fue el detonante. A las 16 horas, el presidente de la Diputación anunció: «Continuaré adelante». Sin embargo, si sigue al frente de la institución provincial lo hará al margen del PP, que emitió ayer un comunicado, adelantado por la web de LAS PROVINCIAS, donde se informó de que «el presidente del PPCV, Alberto Fabra, ha remitido un escrito al Comité de Derechos y Garantías Nacional del Partido Popular en el que comunica el acuerdo de la suspensión provisional de todas las responsabilidades que Alfonso Rus ostenta en el partido y solicita el inicio de la tramitación de un expediente disciplinario a raíz de las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación».
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Igualmente, desde la calle Quart se explicó que «el Comité de Derechos y Garantías del PPCV se reunirá la semana próxima para acordar la apertura de expediente disciplinario y la suspensión cautelar de militancia de los afiliados Marcos Benavent y Máximo Caturla», también protagonistas de las grabaciones difundidas por los medios de comunicación. Alfonso Rus Terol ya no es presidente del PP en la provincia de Valencia. Dos horas más tarde, desde Madrid se confirmó la medida.
Después de militar durante décadas en las filas populares, Rus quedó suspendido y se le abre un expediente disciplinario, antesala de su expulsión, una decisión que se eleva a Génova para que allí se ratifique. En el entorno del presidente del PPCV y de la Generalitat, Alberto Fabra, consideraron que el partido encajó bien la decisión. Rus, temido por su supuesto poder interno, se fue sin fuerzas y sin forzar la maquinaria de la organización. Vicente Betoret, hasta ayer el secretario general del PP de la provincia de Valencia, es el nuevo presidente provincial.
Con la salida del partido de Rus, se va el barón regional que públicamente se ha mostrado más crítico con Fabra, y que incluso acudió a la sede del PP en Génova para pedir su relevo.
Fabra, en el escrito a la dirección nacional, expone que los datos conocidos sobre la trama de Imelsa «conculcarían, al menos y sin ánimo de exhaustividad, lo previsto en el artículo 13.1.i) de los actuales estatutos al actuar en el ejercicio de un cargo público en forma contraria a los principios del partido. Además podrían concurrir otras posibles infracciones». Para Fabra, las noticias difundidas «conllevan un deterioro público muy significativo de la imagen del PPCV dada su gravedad, repercusión informativa e incidencia en la opinión pública, máxime en momentos como los actuales».
La decisión supone el punto final de la carrera política de Rus, un elemento nuclear en las decisiones y actuaciones de los populares en la Comunitat durante una década. Fuentes del partido señalan que la dirección del PP en la Comunitat intentó (sin éxito) ponerse en contacto con Rus desde que ayer se emitiesen las grabaciones donde se le oía contar billetes («Uno, dos, tres, cuatre, cinc, sis, tres mil, cuatre mil, cinc mil, sis mil, set mil, huit mil, nou mil, deu mil, onze mil, doce mil... dos millons de peles») junto a Marcos Benavent, exgerente de Imelsa y en paradero desconocido desde semanas antes de que se hiciese público que la fiscalía anticorrupción investiga a la empresa vinculada a la Diputación por sospechar que se había urdido una trama de presunta corrupción en la que, a tenor de las grabaciones emitidas, también interviene Máximo Caturla, actual vicepresidente de la Diputación.
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Benavent registró en archivos de audio, ahora en manos de la fiscalía, conversaciones en las que también se puede escuchar a Rus hablar sobre viviendas y solares y posibles acuerdos con los constructores para, supuestamente, cobrar comisiones: «Éste va a presentarse a una VPO, este y otro, tengo dos», comenta Benavent en la grabación, ante lo que reflexiona Rus que «eso es complicado. Tienes que sacar a concurso el solar (?) y lo que sobrara?, para que no nos maten. Es que si no...».
Génova decidió tomar cartas en el asunto una vez se difundió el contenido de las grabaciones. Fabra se puso en contacto con Madrid para coordinar las decisiones, pues se consideraba insostenible la situación del barón provincial. Con la visita a Valencia en el horizonte inmediato (este mismo martes) del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la presencia de Rus se consideraba incómoda, pero esa presencia ya no se producirá.
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