El PSPV ofrece sus diputados para desalojar a Rus y el PP rechaza una moción de censura

A menos de tres semanas para que se celebren las elecciones autonómicas y municipales, la oposición al PP no tiene intención de que se cierre la herida por la que sangran los populares, a pesar de que Alberto Fabra intentó cortar la hemorragia el pasado sábado, cuando acordó con Génova la suspensión de todas las responsabilidades en el partido del presidente provincial y de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. El líder del PSPV y candidato a la Generalitat, Ximo Puig, ofrece sus diputados en la corporación provincial para desalojar del sillón presidencial al alcalde de Xàtiva, seriamente tocado tras la difusión de unas grabaciones en las que los propios populares reconocen que cuenta dinero junto al exgerente de Imelsa, Marcos López, huido tras destaparse el caso que relaciona a la empresa de la Diputación con una trama de cobro de comisiones.

Sin embargo, la respuesta del PP ha sido rápida y contundente, rechazando de plano el ofrecimiento del líder socialista y esquivando una moción de censura. No vamos a hacer un circo como quiere la oposición'', ha avanzado la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, durante su intervención en el Fórum Europa, donde hoy ha acudido el ministro De Guindos. ''Para hacer una moción de censura se estaría fuera de plazo para configurar un nuevo gobierno en la Diputación, ha continuado.

Bonig ha recordado que Ximo Puig mantiene imputados como candidatos a ayuntamientos, como es el caso de Benidorm. El PP ha tomado medidas y la actuación ha sido clara y contundente. Somos un partido responsable. Vamos a luchar contra la corrupción y devolver la dignidad a los cargos políticos

La coordinadora general del PPCV ha explicado, tras las declaraciones del presidente de la Diputación en las que proclamaba su inocencia, en que Rus tiene derecho a defenderse y que está seguro que si eso es falso, él se defenderá en los tribunales. Nosotros hemos actuado ante una situación de alarma y producía sonrojo a los militantes. Respecto a la presidencia de la Diputación y el Ayuntamiento, todo sigue igual. Está suspendido de militancia y el PP ha pedido que se inicie un expediente disciplinario. La alcaldía o presidencia de la Diputación es algo personal que depende de él. La postura del partido ha quedado clara, ha finalizado.

Puig pide un pleno extraordinario

Puig había adelantado que este lunes «pediremos un pleno extraordinario de la Diputación de Valencia que esperamos que Fabra utilice para obligar a los suyos a destituir a Alfonso Rus. Hace años que le dijimos a Fabra que siempre nos encontraría a su lado para expulsar a los corruptos de su partido. Si necesita nuestros votos para apartar a Rus los tendrá», aseguró el candidato del PSPV a la Generalitat.

«Si Fabra cree que va a perder la votación para quitar a Rus de presidente que no se preocupe. Estoy seguro de que toda la oposición apoyará esa decisión», afirmó Puig, para quien, no obstante, «la expulsión de Rus llega tarde y mal, condenando a votar a los ciudadanos de Xàtiva una lista encabezada por Rus».

«Las lineas rojas de Fabra son inexistentes. Ha expulsado de su partido a los que le ha interesado y cuando le ha interesado para controlar el partido. Ahora aparta a Rus porque no puede soportar la vergüenza de juntar a Rajoy el martes con Rus. Fabra vuelve a tomar decisiones pensando en Rajoy y no en los valencianos. Rajoy no podía soportar una foto con él el martes. Fabra no tiene poder ni para apartar a Rus y ha tenido que ser Génova la que lo expulse», señaló Puig, que con su maniobra realiza un doble apunte. Por un lado, hacia el propio Rus y la cohesión interna del PP. Por otro, hacia Fabra, pues el líder socialista intenta que el presidente de los populares en la Comunitat no pueda sacar rentabilidad política de la decisión de echar a Rus.

Puig, además, ha dado instrucciones para pedir plenos extraordinarios tanto en el Ayuntamiento de Xàtiva como en la Diputación, así como la convocatoria de la diputación permanente de Les Corts. El PSPV solicitará que en las sesiones plenarias se apruebe la reprobación de Rus, otra fórmula para buscar que el PP se posicione contra el que fuera hasta anteayer su líder provincial. Poco más puede hacer el PSPV, para que salga adelante una moción de censura en la Diputación, por ejemplo, haría falta una serie de firmas que garantizasen una mayoría absoluta con la que no cuenta, según fuentes socialistas. La institución cuenta con 31 diputados, 19 son del PP, 10 del PSPV, uno de Compromís y otro más de Esquerra Unida. En este sentido, Compromís, que solicitará la reunión de la junta de gobierno de la corporación provincial. «Pediremos saber si el grupo del PP en la Diputación apoya al actual presidente o si va a tomar medidas disciplinarias contra el, igual que su partido, que le ha suspendido de militantes y le ha apartado de la presidencia del PP provincial», explica Emili Altur, de Compromís.

La postura del PP

El PP, por su parte, no tiene la intención de apretar el acelerador contra Rus. «Sólo quedan tres semanas, es innecesario», señalaron fuentes vinculadas a Fabra. Los populares, en clave electoral dadas las fechas, consideran que la situación que más puede penalizarles ante sus potenciales electores es la fractura interna. «La desunión es algo que la gente castiga siempre», señalan las mismas fuentes, que actualmente tienen la sensación de no se puede ir más allá de las medidas tomadas por ahora «sin entrar en una guerra fratricida».

Fuentes del PP en la provincia de Valencia consideran que «no tiene sentido generar una imagen de división». En la dirección popular son conscientes de que la oposición va a intentar que la atención continúe puesta en Alfonso Rus y en el PP, en el futuro del presidente de la Diputación y en cómo reaccionan los populares ante la posibilidad de apartar a Rus de sus cargos públicos, «pero no les queda tiempo. La situación no da para mucho más. Van a apretar y no pararán porque Alfonso no se va».

La resistencia a dimitir de la presidencia de la corporación provincial del alcalde de Xàtiva es vista por los socialistas como «un cierre en falso» de toda la polémica suscitada por las grabaciones donde Rus y Marcos Benavent hablan de viviendas, solares y dinero. Para el PSPV, Fabra «no ha querido cortar por lo sano con Rus por miedo a que se le revolucione el partido, pero dejarle ahí es como permitir que se pudra todo».