Benavent está en España pero se esconde tras ser amenazado de muerte

Algunos de quienes compartían momentos de intimidad con Marcos Benavent le advirtieron: "Terminarás en una cuneta". Por aquel entonces, sin embargo, el gerente de Imelsa era un cargo más del Partido Popular, como otros cientos que copan puestos de responsabilidad en la administración autonómica. Cuentan que respondía con una sonrisa a estas advertencias que a cualquiera le hubiera generado noches de insomnio y continuas indigestiones. Bien es verdad que quien le advertía de esto no conocía los tejemanejes de Benavent, ni mucho menos su afición a ejercer como detective casero con la grabadora PV-500, un modelo de profesional.

Pero llegó un día en que la situación comenzó a virar peligrosamente. Ahora ya no eran comentarios de amiguetes o conocidos relacionados con su cada vez más oscura forma de ser. El gerente de Imelsa comenzó a recibir amenazas de muerte. Y estas ya no las encajó con sorpresa sino con honda preocupación.

Los remitentes que le hicieron llegar los avisos ya le inquietaban. Por aquel entonces, finales del pasado año principios de 2015, los rumores acerca de una investigación que iba a complicar el futuro de Alfonso Rus -hoy ya expulsado del PP, pero todavía no cede la Diputación de Valencia- comenzaban a cobrar cada vez más fuerza. Se desconocía el contenido exacto, pero las pesquisas podrían comprometer las carreras de varios pesos pesados del PP.

«Moriré matando»

Benavent siempre había esgrimido aquello de "moriré matando", según su entorno. Decidió poner tierra de por medio. Más que una huida para eludir la acción de la Justicia perseguía encontrar un refugio. Porque el caso es que él, en realidad, comenzó a temer por su vida. En diciembre se despidió entre lágrimas de alguno de sus compañeros. Dijo que había cometido algunos errores.

En enero de este mismo año, todavía mandó algún WhatsApp a conocidos para felicitar el Año Nuevo. Y al cabo de unos días la comunicación se cortó. Sí mantiene su estado en esta red de mensajes. Una tarjeta de presentación que si no fuera por la versión de sus íntimos conduciría a la imagen de alguien ilustrado. "Revolucionario será aquel que sea capaz de revolucionarse a sí mismo". Hoy en día, a la vista de los acontecimientos, el mensaje resulta todavía más inquietante.

Benavent puso tierra de por medio pero, al parecer, pudo entregar antes documentación a los investigadores. Por un lado, era una forma de protegerse, de guardarse las espaldas. Pero además, una vez pillado -las pruebas contra él son más que evidentes- qué mejor que empezar a colaborar con los investigadores. Él forma parte de la trama, pero en la pirámide delictiva no ocupa los escalones superiores.

¿Suramérica?

Las primeras hipótesis apuntaban a que Benavent se refugió en Suramérica, un territorio que conoce porque en ocasiones ha viajado a Brasil. Hasta la fecha se había especulado con que eligió como destino Panamá. Más tarde se habló de Ecuador, en este caso, al parecer, aconsejado por el número dos de la Diputación, Máximo Caturla.

Pero tampoco recorrió tantos kilómetros. Simplemente cambió de residencia y dejó de mantener los contactos que tejió durante su época en el organigrama de la administración. El hombre más buscado en la actualidad cuenta con seis hermanos alguno de los cuales reside o ha residido en el extranjero.

Esto explicaría por qué hasta la fecha no parece existir ninguna orden de busca y captura. Es más, si el investigado hubiera querido fugarse al conocer que existía una investigación hubiera elegido un país sin convenio de extradición y no un Estado o en el que hubiera un acuerdo de este tipo. Esta actuación carecería de sentido.

El exgerente de Imelsa presuntamente participó en una trama de amaños de concursos de la Diputación y de Imelsa a cambio de los que recibía comisiones que supuestamente repartía entre otros responsables populares. Benavent almacenó durante años numerosas grabaciones que evidenciarían la comisión de estos graves delitos. Esta trama estaría en un nivel superior a las pesquisas en las que participó directamente a través de una empresa Berceo Mantenimiento,

Benavent aterrizó en la empresa pública en el año 2007. Al año siguiente creó la citada mercantil con la que supuestamente se benefició económicamente de adjudicaciones de la empresa Imelsa, según denunció Rosa Pérez, que llevó el caso ante la Fiscalía Anticorrupción.

El método consistiría en la colocación de Berceo Mantenimiento como empresa pantalla que cobraba por trabajos de diferente índole -y que en realidad no se efectuaban- a las empresas que previamente habían ganado el concurso. Sería una especie de contraprestación a cambio de verse beneficiadas por este tipo de contratos.

Las empresas a las que facturó Benavent, según explicó en su día EU, son Excavaciones Jemar, Carsan Rent a Car S.A., Carlady, Thematica Events y Forcal C.B. Las sospechas se extienden también a otras firmas, posiblemente vinculadas a testaferros de Benavent. Se trata de Ommega Mmode y Genius Sport. Estas sociedades trabajaron para Gerocleo, que en 2010 cobró de la Diputación 2,4 millones de euros, en 2008, unos 325.570 euros y en 2011, otros 313.000 euros. Estos hechos son parte de lo denunciado por el partido político. La investigación se encuentra bajo secreto en un juzgado de Valencia.

Al margen de este procedimiento se encuentra otra denuncia presentada por la propia Diputación de Valencia por diferentes irregularidades detectadas en la gestión del ahora desaparecido. Esta causa se tramita en el juzgado de Instrucción 6 de Valencia.