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Benavent: «Estoy muerto de miedo por si me ponen un sicario»

El exgerente de Imelsa contactó hace poco con sus familiares para decirles que estaba bien y pedirles que no lean lo que se publica en prensa

A. Rallo

Sábado, 16 de mayo 2015, 21:01

Se ha convertido en una de las personas más buscadas del momento, protagonista absoluto de la campaña electoral del PP valenciano y sus grabaciones han acabado por derrocar a quien en su día le abrió la puerta de la política: el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Sin embargo, el exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, está en España, como ya adelantó LAS PROVINCIAS, y se comunica con frecuencia con sus familiares más cercanos. «Estoy muerto de miedo por si me ponen un sicario», le confesó a un familiar muy cercano en diciembre del año pasado. Entonces acababa de abandonar la empresa pública y ya sabía que la Fiscalía estaba detrás de sus pasos, tras la denuncia que EU había presentado cinco meses antes en un juzgado. En ese momento surgen también las primeras revelaciones en prensa .Y ahí su temor ya era una realidad ante lo que estaba por venir y el calibre de las informaciones que había conseguido recabar en sus años de grabaciones.

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Como ya adelantó este diario, el exgerente de Imelsa ha recibido amenazas de muerte y en momentos ha temido por su integridad. A pesar del miedo, los mensajes que ha transmitido a sus familiares más cercanos en las últimas semanas son de tranquilidad. «Estoy bien, no os preocupéis por mí y no leáis la prensa», dice en mensajes que ha transmitido a su entorno a los que ha tenido acceso este diario. La última vez que dio señales fue hace tres semanas, según confirman desde su entorno familiar.

Benavent ha puesto tierra de por medio pero, no sin antes haber entregado documentación a los investigadores. Por un lado, para protegerse, pero, además, una vez comprometido por las grabaciones, las pruebas contra él son más que evidentes. Entonces, qué mejor que empezar a colaborar con los investigadores. Las primeras hipótesis apuntaban a que Benavent se refugió en Sudamérica, un territorio que conoce por sus múltiples viajes. Hasta la fecha se había especulado estaba en países tan diversos como Panamá o Ecuador. Pero tampoco recorrió tantos kilómetros. Simplemente cambió de residencia y dejó de mantener los contactos que tejió durante su época en el organigrama de la administración.

El hombre más buscado en la actualidad cuenta con seis hermanos alguno de los cuales reside o ha residido en el extranjero. Esto explicaría por qué hasta la fecha no parece existir ninguna orden de busca y captura. Es más, si el investigado hubiera querido fugarse al conocer que existía una investigación hubiera elegido un país sin convenio de extradición y no un Estado o en el que hubiera un acuerdo de este tipo. Esta actuación carecería de sentido. Y es que algunos de quienes compartían momentos de intimidad con Marcos Benavent ya le advirtieron: «Terminarás en una cuneta». Por aquel entonces, sin embargo, el gerente de Imelsa era un cargo más del PPCV, como otros cientos que copan puestos de responsabilidad en la administración autonómica. Cierto es que quien le advertía de esto no conocía los tejemanejes de Benavent, ni mucho menos su afición a ejercer como detective casero con la grabadora profesional que se había agenciado poco antes.

Pero llegó un día en que la situación comenzó a virar peligrosamente. Ahora ya no eran comentarios de amiguetes o conocidos relacionados con su cada vez más oscura forma de ser. El gerente de Imelsa comenzó a recibir amenazas de muerte. Y estas ya no las encajó con sorpresa sino con honda preocupación. En ese momento ya alertó a un familiar muy cercano de su temor a que alguien le pusiera «un sicario». Los remitentes que le hicieron llegar los avisos ya le inquietaban. Por aquel entonces, finales del pasado año principios de 2015, los rumores acerca de una investigación que iba a complicar el futuro de Alfonso Rus, hoy ya expulsado del PP, comenzaban a cobrar cada vez más fuerza. Se desconocía el contenido exacto, pero las pesquisas podrían comprometer las carreras de varios pesos pesados del PP.

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Benavent siempre había esgrimido aquello de «moriré matando», según su entorno. Decidió poner tierra de por medio. Más que una huida para eludir la acción de la Justicia perseguía encontrar un refugio. Porque el caso es que él, en realidad, comenzó a temer por su vida. En diciembre se despidió entre lágrimas de alguno de sus compañeros en una cena. Dijo que había cometido algunos errores y llegó incluso a pedir disculpas.

El exgerente de Imelsa presuntamente participó en una trama de amaños de concursos de la Diputación y de Imelsa a cambio de los que recibía comisiones que supuestamente repartía entre otros responsables populares. Benavent almacenó durante años numerosas grabaciones que evidenciarían la comisión de estos graves delitos. Esta trama estaría en un nivel superior a las pesquisas en las que participó directamente a través de una empresa Berceo Mantenimiento,

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El setabense aterrizó en la empresa pública en el año 2007. Al año siguiente creó la citada mercantil con la que supuestamente se benefició económicamente de adjudicaciones de la empresa Imelsa, según denunció Rosa Pérez, que llevó el caso ante la Fiscalía Anticorrupción.

El método consistiría en la colocación de Berceo Mantenimiento como empresa pantalla que cobraba por trabajos de diferente índole ?y que en realidad no se efectuaban? a las empresas que previamente habían ganado el concurso. Sería una especie de contraprestación a cambio de verse beneficiadas por este tipo de contratos. Las empresas a las que facturó Benavent, según explicó en su día EU, son Excavaciones Jemar, Carsan Rent a Car S.A., Carlady, Thematica Events y Forcal C.B. Las sospechas se extienden también a otras firmas, posiblemente vinculadas a testaferros de Benavent.

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