Caras de estupor en la sede gubernamental de Colón

Faltan cinco minutos para las 09.00 horas, momento en que el edificio de la Seguridad Social de la calle Colón cuya última planta alberga la sede de la Delegación del Gobierno, abre sus puertas. Varias personas esperan la apertura y, como curiosidad, la exdelegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, avanza por la acera camino a su despacho.

Mientras, un grupo reducido forma corrillo delante de la entrada del aparcamiento. Los teléfonos en la mano y la cara de estupor les delatan: forman parte del equipo de Castellano en la Delegación. La pregunta es obligada: «¿Alguna novedad?». Nada, únicamente gestos de incertidumbre. Ningún movimiento más en toda la jornada.

A esas horas, y a pesar de que el coche oficial de Castellano ya está en el parking, el subdelegado del Gobierno en Castellón ya sabe que tendrá que acudir solo al acto que estaba previsto en Nules.

Conforme avanza la mañana y crece la presencia de medios de comunicación en la calle Colón, algunos peatones preguntan «si Serafín aparecerá esposado por aquí». Pero de Benisanó pasó a Sagunto.