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LAS PROVINCIAS
Martes, 2 de junio 2015, 11:45
La Audiencia de Valencia ha condenado a dos años de cárcel a Carlos Crespo, hermano del ex presidente de Emarsa, por ayudarle a blanquear 350.000 ¤. La Sección 3ª de la Audiencia le impone además, una multa de 500.000 ¤ y el pago de una indemnización de 357.000 ¤ a Emshi.
La Sala aprecia la atenuante de reparación del daño porque el condenado depositó 350.000 ¤ antes del comienzo del juicio.
Carlos Crespo, el hermano del exalcalde de Manises y exvicepresidente de la Diputación de Valencia Enrique Crespo, se enfrentaba a cuatro años de cárcel.
El procesado abrió en diciembre de 2007 una cuenta en un banco de Andorra. Llegó a realizar ingresos por un importe total de 350.000 euros. El ministerio público sostuvo en el juicio que esos fondos proceden del desfalco de la depuradora de Pinedo, causa en la que se encuentra acusado Enrique Crespo. La maniobra en el país vecino estaría destinada a ocultar la procedencia ilícita del dinero obtenido presuntamente por su hermano. La tesis de la fiscalía era que el acusado nunca pudo acumular esa cantidad por sus ingresos propios. El acusado canceló la cuenta y una caja de seguridad a los pocos días de que estallara el caso Emarsa.
La defensa solicitó la absolución. Aseguraba que el dinero proviene de asesoramientos fiscales y alquileres que no declaró a Hacienda. De hecho, el acusado admitió que se acogió a la amnistía fiscal para regularizar su situación, aunque ya lo había gastado.
Comprar una casa en Andorra
Crespo explicó durante el juicio que abrió la cuenta porque tenía la intención de comprar una casa en Andorra, destino que elige habitualmente para esquiar. Autorizó a su hermano para que, en caso de fallecimiento, un familiar pudiera recuperar los fondos. Carlos Crespo no tiene descendencia ni por aquel entonces tampoco pareja. Su letrado tomó ayer este dato como argumento de defensa. «Si se trataba de ocultar su dinero, no tiene sentido que lo ponga como autorizado. Es un plan criminal tan absurdo que habría que darle la eximente por incapacidad».
El acusado admitió que tenía esos 350.000 euros en efectivo en su propio domicilio. No obstante, no realizó un único ingreso sino varios -en ocasiones venía un comercial del banco a Valencia- lo que hace sospechar a las acusaciones que lo depositaba a medida que su hermano lo obtenía de manera ilícita. Las cantidades declaradas por su empresa Museco y su sueldo en el ayuntamiento de Manises -trabajó como responsable de Cultura y Deporte- no le permitirían alcanzar el importe anterior. Hubiera tenido que ahorrar todo lo ganado, algo materialmente imposible.
Su defensa aportó en la vista tres declaraciones complementarias de IRPF de 2008, 2009 y 2010. Aseguró que su representado percibe ingresos por alquiler de viviendas desde 2000. Pero esos ejercicios ya están prescritos. Además, aportó la venta de su parte en una empresa informática, que hasta la fecha no había aparecido en la instrucción, y por la que afirma que recibió 120.000 euros. Dio el nombre de su socio, pero argumentó que este no quiso comparecer por la relevancia mediática del asunto. Lo mismo sucedió con los supuestos clientes a los que asesoraba. Tampoco estarían dispuestos a admitir pagos en negro. Idéntico argumento encontró para la ausencia como testigos de sus inquilinos en los pisos. La fiscal, en su informe, replicó: «La sola palabra es difícil de creer». La defensa de Crespo recordó, no obstante, que la carga de la prueba debe proceder de las acusaciones, y el acusado ha constatado la existencia de otras fuentes de ingresos que hacen verosímil su relato.
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