La 'Araña infernal' y los silbatos protagonizan un disparo de lo más original
Isabel Bonig, en un acto en la sede del PPCV.

Génova descubre otro escollo en el PPCV: Bonig no puede asumir las funciones de Fabra

La coordinadora general no es miembro del comité ejecutivo, de manera que Madrid tendría que autorizar una excepción

J. C. Ferriol

Lunes, 8 de junio 2015, 20:25

Desde que Alberto Fabra anunció el pasado 26 de mayo que no optaría a la reelección como presidente regional del PP valenciano, en términos similares a otros presidentes populares derrotados en las autonómicas del 24 de mayo, Génova ha puesto sobre la mesa algunas opciones para tratar de corregir el horizonte que se abre en esas autonomías: un PP descabezado, con un presidente que tiene el cargo pero no la autoridad, y la necesidad de tomar aire antes de las elecciones generales de noviembre.

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La dirección nacional ha barajado diversas opciones. Una de ellas pasaría por retirar las competencias al presidente regional y que pasaran al secretario general del partido. Desde que Serafín Castellano abandonara ese cargo hace ya más de un año, el puesto de número dos en la organización valenciana lo ocupa Isabel Bonig, que ha venido uniendo a su cargo de consellera de Territorio al de coordinadora general del partido.

¿Es lo mismo ser secretario general que coordinador general? Pues no exactamente. A Bonig se la designó de esa manera porque, al no formar parte del comité ejecutivo del partido, no podía asumir las funciones de secretario general. Designarla coordinadora general fue la manera elegida de situarla como número dos, con todas las funciones y responsabilidades de un secretario general, pero sin bautizarla de esta manera porque estatutariamente no se podía.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el planteamiento de Génova? La propuesta deslizada desde la dirección nacional -aunque en la reunión del martes con los secretarios generales y los presidentes provinciales apenas si se habló de forma imprescisa de adoptar "medidas" en aquellas regiones en las que los presidentes del partido hayan anunciado que no repetirán- tropieza en el PP valenciano con el mismo inconveniente. Para asumir las competencias del presidente del partido -obviamente las que tienen que ver con la máxima representación del partido así como las decisiones políticas que acompañan a ese cargo- tambiçen hay que ser miembro del comité ejecutivo del PP valenciano. Y Bonig no forma parte. La aún consellera es la máxima responsable del partido pero, estrictamente, no forma parte de su dirección. Y las competencias del presidente sólo podrían ser asumidas, en teoría, por alguien que formara parte de ese órgano. La situación de Bonig aleja, al menos en teoría, la posibilidad de que Génova se decante por esa solución, la de que las competencias del presidente regional saliente pasen a su número dos, en el caso del PP valenciano. Con todo, algunos dirigentes del PPCV señalaron ayer que si la dirección nacional diera luz verde a esa posibilidad, no habría ningún inconveniente a que Bonig terminara asumiendo esas rfunciones. De hecho, se recordó que el propio Alberto Fabra asumió la presidencia del PP valenciano tras la dimisión de Francisco Camps sin ser miembro del comité ejecutivo del PPCV en aquel momento -era, como Bonig, coordinador general-.

Junta directiva

En teoría, la propuesta de quién asume la portavocía de Les Corts, quién se propone para formar parte de la Mesa de esta institución y quiénes forman parte del consejo de dirección deben plantearse por parte del presidente del partido, y ratificarse en una reunión de la junta directiva. Esa cita tendrá que producirse sí o sí antes del próximo jueves 11, porque para esa fecha está prevista la constitución de Les Corts de la novena legislatura y los populares deben llevar ya un nombre para la Mesa.

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Los barones provinciales esperan que Fabra, antes de convocar a la junta directiva, les llame para decidir a quién propone para ocupar esos puestos. El de Isabel Bonig es uno de los mejor situados para asumir el puesto de portavoz, siempre y cuando Fabra dé marcha atrás a aquel anuncio que hizo la semana pasada de que pretendía asumir la portavocía, al menos, en el debate de investidura del nuevo presidente del Consell. De hecho, algunas fuentes aseguran que en el caso de que Fabra insistiera con esa tesis, los barones provinciales procurarían hacerle ver que no dispone del apoyo de la mayoría de la junta directiva como para sacar adelante esa posibilidad.

La calle Génova ya ha dejado entrever que no le atrae lo más mínimo la posibilidad de que aquel presidente regional que haya anunciado que no repetirá asuma la portavocía en la nueva legislatura. Pero tampoco ha dado más pasos en ese sentido. La reunión de Fabra con los barones será decisiva para aclarar quién ocupa ese puesto.

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