El tripartito ya es una realidad

Ayer enterraron las hacha de guerra y las cambiaron por árboles del Botánico. Pero el camino al jardín con más variedades de especies (verdes) de la ciudad no fue directo para Ximo Puig y Mónica Oltra, las definitivas caras del cambio en el que será el nuevo Consell de la Generalitat. Hasta llegar a la fotografía de ayer, con el líder de Podemos, Antonio Montiel, como notario del ya denominado Acuerdo del Botánico, han tenido que pasar 19 días. Casi uno por cada año de gobierno del PP valenciano que la izquierda ha estado aguardando su turno. Pero, salvo sorpresa inesperada, y con el programa cerrado y firmado, hoy se finalizará la larga espera con el nombre del nuevo presidente de la Generalitat. Un puesto que con toda probabilidad ocupará el líder del PSPV, Ximo Puig, mientras que se reservará para la líder de Compromís un papel con poderes plenipotenciarios, si no se frustran las negociaciones por vez enésima. Superado el debate del qué en el que tanto había insistido Compromís, las negociaciones pasan desde hoy mismo a la fase del quién, es decir, a designar nueva cara visible del Consell. Y todos quieren que sea rápido. Sobre todo por el tiempo que se ha perdido en estas tres semanas.

Pero, ¿cómo se puede pasar de una ruptura total a un acuerdo histórico en menos de veiticuatro horas? La respuesta la tienen dos personas: Mónica Oltra y Ximo Puig, que ayer por la mañana aparcaron sus diferencias, azuzados por la presión del pacto para la Mesa de Les Corts. Fue en un encuentro privado, a iniciativa de la candidata de Compromís, y en uno de los despachos de los grupos parlamentarios de Les Corts. Puig no confirmó ayer ese encuentro, pero lo cierto es que se produjo y sirvió para que ambos entendieran que las especulaciones y los cambios de estrategia habían llegado a su fin. Primero se acordó votar juntos la Mesa de la Cámara y como segundo paso, convocar la firma del acuerdo definitivo a tres bandas para dejar por escrito que las coincidencias en cuanto al contenido son totales. O al menos, salvables.

Aunque también para que Oltra y Puig hayan podido, por fin, centrar la estrategia y cerrar su acuerdo, se han tornado imprescindibles dos personas más. El ya nuevo portavoz del PSPV, Manolo Mata, y el nuevo vicepresidente primero de Les Corts y hasta la fecha síndic de Compromís, Enric Morera. Pero, lo cierto es que sin la ansiada conversación entre los dos protagonistas, ha sido el detonante para que pueda haber finalmente un entendimiento. Y eso que ninguno de los dos equipos quiere apresurarse a dar por finiquitado el tira y afloja, aunque ambos se han emplazado a una reunión, esta tarde, a la que también asisistirá Podemos, para decidir quién preside. Desde ambos equipos destacaron ayer que el acuerdo será finalmente posible porque el nuevo gobierno será «de coalición» y no único. Es decir, los dos partidos tendrán un peso específico y equitativo, aunque reconocen que no se ha puesto sobre la mesa ningún reparto y están convencidos de que no habrá problema.

Por la mañana, en la sesión de constitución del Parlamento valenciano, ya se demostró que lo del tripartito podía acabar arreglándose. Sobre todo después de la larga noche del miércoles, en la que el acuerdo para la Mesa que empezó con Ciudadanos, acabó reconvertido en contraoferta de Compromís y Podemos para votar de manera conjunta al presidente del PSPV y al vicepresidente primero de la coalición. La decisión, no obstante, se tomó por la mañana, tras el encuentro privado de Puig y Oltra, y con el beneplácito de Ciudadanos, que no tuvo mayor problema en unirse al acuerdo y renunciar incluso a una vicepresidencia que dejó en manos del PP, la fuerza más votada. Así, los socialistas se aseguraron de nuevo el apoyo del partido de Punset si la cosa con Compromís acababa saliendo mal. Pero no sucedió y el PSPV sacó a su presidente de Les Corts con un contundente apoyo: 68 votos. Pero sobre todo, con un mensaje claro. Los socialistas son el único partido capaz de conseguir tal consenso en estos momentos en la Cámara. Y el resto, tomaron nota. De ahí que por la tarde se convocara con rapidez la foto que sella que los socios de gobierno para Puig no serán otros que Compromís y Podemos, y no Ciudadanos, a pesar de los coqueteos de días anteriores. Así lo dejaron por escrito y con testigos de la sociedad civil valenciana.

La candidata de Podemos, Mónica Oltra, se mostró emocionada. «Soy una persona muy emocional aunque últimamente se me haya pintado de protagonista o antagonista de una película de Disney», dijo tras firmar el documento. Ella, Puig y Montiel coincidieron en que han alcanzado un acuerdo «histórico» y se mostraron «satisfechos» con el «primer paso» que dieron hacia el nuevo Gobierno valenciano.

Ximo Puig, en declaraciones a los medios, se mostró convencido de que conseguirán hacer «un muy buen gobierno», y cree que no tendrán ningún problema en ponerse de acuerdo sobre las personas que lo conformarán. «Es muy importantes saber el qué y ya sabremos cómo y quiénes lo vamos a hacer», manifestó. «Esto no es un proyecto personal de nadie ni va a ser una presidencia personalista; va a ser un gobierno compartido porque va a ser de todos y para todos», resaltó Puig, quien incidió en que será un ejecutivo valenciano «fuerte, potente, capaz, solidario, leal, que va a levantar esta tierra». Para el dirigente socialista, el de ayer fue un día «de alegría», en el que se dio «el primer paso para abrir las alamedas de la libertad, la dignidad y la justicia social en la Comunitat. Del mismo modo, indicó que no sabe si los socialistas ganarán o perderán en el acuerdo, pero «lo que es importante es que ganen los ciudadanos».

Preguntado por si hoy estará cerrado el «quién», Puig respondió que se hará «cuando sea posible» y se mostró convencido de que «con la buena voluntad de todos haremos un buen gobierno» y «vamos a defender lo que nos ha unido, que es el interés general de los valencianos». Pero todos confían en que se cerrará de inmediato.