Alberto Fabra: «Seré senador territorial»

Después de entregar el despacho y el resto del edificio de la Generalitat a su sucesor, Ximo Puig, Alberto Fabra tiene en el horizonte pilotar su sucesión en el partido y convertirse en senador. Pero siempre se considerará presidente, aunque no ejerza.

-¿Y ahora, qué?

-A iniciar una nueva vida. Han sido unos años muy intensos que han pasado a muchísima velocidad. Ahora toca hacer memoria, con tranquilidad, para poder saborear estos cuatro años y orientar mi vida hacia otros aspectos de la política, pero alejados de aquí.

-¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que el PPCV se recupere de los mazazos del 24-M y el 13 de junio, cuando perdió la mayor parte del poder municipal?

-El partido ha sabido sobreponerse a situaciones muy complicadas como esta. Tenemos que actualizar y modernizar el partido, hay que hacer una regeneración de ideas, de mensajes, de personas y queremos conquistar otra vez el centro y desconectarnos de lo que nos ha hecho perder la confianza ciudadana.

-¿Por qué esa pérdida de confianza en el PPCV?

-Son muchas cosas después de 20 años gobernando. Creo que no hemos sabido ponernos al día, sobre todo tras una crisis tan dura, y como ha habido cambios que desde el partido no hemos sido capaces ni de asumirlos ni de hacerlos y nos tenemos que poner al día. Y lo tenemos que hacer quitándonos todo el lastre que han supuesto temas tan complicados como la corrupción y que la gente que represente al partido no tenga vinculación con todos esos años y que podamos ofrecer una nueva imagen.

-Precisamente en el debate de investidura de Ximo Puig dijo que se quedó corto con su línea roja.

-La sociedad es más exigente de lo que íbamos proponiendo, a pesar del esfuerzo por dejar el partido sin personas vinculadas a procesos judicializados. Tenemos que aprender y no caer en los mismos errores.

-Bajo su mandato, el PP acumuló una docena de imputados. ¿Se planteó desprenderse de ellos?

-No podía ser porque cada uno era una situación muy diferente y había que tratarlo con mucha sensibilidad. Estamos hablando de compañeros de partido. Imputación no significa culpabilidad. Y como hemos podido comprobar, hay casos en los que ha habido condenados y otros que quedarán en nada.

-¿Se sintió incomprendido cuando empezó con su línea roja?

-Lo tenía muy claro y no todos compartieron ese criterio pero había que hacerlo y el tiempo ha puesto de manifiesto que fue insuficiente.

-El 24-M el PPCV perdió más votos (553.000) que ninguna otra región española. ¿Hay causas que justifiquen ese resultado?

-Hemos estado muchos años en el Gobierno valenciano y en los últimos se han concentrado muchos asuntos relacionados con la corrupción hasta el punto que nos convirtieron en el foco de la corrupción, y no lo somos realmente porque hoy comprobamos que en otras comunidades hay asuntos más graves. Y esa injusticia que algunos incluso quisieron extender a toda la Comunitat como si fuera parte de nuestro ADN, hizo que muchas personas, incluso sintiéndose próximas al PP, no le votaran.

-¿Al margen de los pactos postelectorales, por qué ha perdido el PPCV su poder municipal? ¿Ha perjudicado la marca?

-Ha pesado la marca, tanto la percepción autonómica como nacional. La marca nos ha pasado por encima a todos. Lo que peor me sabe es que no se ha tenido en cuenta el buen trabajo de tantos y tantos alcaldes.

-Usted se aparta de Les Corts. Será senador territorial por la Comunitat. ¿Le costó mucho decidirse?

-Seré senador territorial pero bueno, no recuerdo ahora si fue rápida la decisión o lo estuve meditando. Eran momentos en los que pasaban por mi cabeza muchas cosas...

-¿Como irse a casa?

-No soy de los que abandona algo con lo que me he comprometido. Intento ayudar para que el partido esté en la mejor posición posible para ganar cuanto antes las instituciones perdidas. Tenía claro que hay que dar un paso atrás, que no puedo estar en la foto y conmigo, otras personas. Hay que saber contar con la gente joven. Necesitamos renovar y eso no lo podemos hacer los que no hemos sabido conectar con la gente, tienen que hacerlo otras personas. Quiero hacer ese proceso de transición, un poco desde la distancia, sabiendo que no voy a estar.

-Decía que no quiere ser la foto pero dirigirá el partido hasta el próximo congreso. ¿No sería más coherente retirarse ya?

-Pero es que al final habrá una persona presidiendo y lo que necesitamos es tener la tranquilidad suficiente para tomar las decisiones.

-¿O una persona que no tenga la ambición de encabezar el partido?

-Para eso estoy yo.

-¿Y eso no se puede interpretar con que quiere apoyar a una figura determinada?

-No, no. Al final, yo soy persona de consensos. Debo ayudar a hacer esa transición pero sin ningún tipo de ambición. Tengo claro que el partido tiene que cambiar, modernizarse. Si queremos quedarnos con formas del pasado nos equivocaremos.

-Se refiere a primarias...

-A darle mayor participación al afiliado. El partido no se ha adaptado a las exigencias del ciudadano que no entiende cómo a través de una designación digital puede una persona representar a un partido. Hay que buscar fórmulas para que el afiliado, además de colaborar en campañas electorales, elija a sus representantes y que el partido sea mucho más interactivo.

-¿Puede dirigir el partido desde su cargo del Senado?

-No sería la primera vez que pasa. El Senado tiene el tiempo que ocupa y luego hay muchos días a la semana para poder dirigir el partido.

-¿No teme que Génova opte por una gestora?

-No, no. Creo que lo más fácil es hacer las cosas de forma consensuada y no creo que Génova esté ahora por esa labor. Creo que tenemos que resolver nuestros temas aquí. Después del tsunami que hemos sufrido, primero hemos digerido los resultados, cosa que no era fácil, y ahora tenemos que reaccionar y empezar a coser el partido municipio a municipio porque hay unas elecciones a la vuelta de la esquina.

-En la segunda quincena de julio, cuando sea elegido senador, queda libre el cargo de síndic. ¿A quién prefiere, a María José Català, a Isabel Bonig o a ninguna de las dos?

-Eso ya se verá. Lo importante es saber hacia dónde queremos ir y eso obligará a tomar decisiones. Pero ya se han empezado a tomar. En la Diputación de Valencia se ha hecho una importante transformación. Y esa tiene que ser la actitud a seguir.

-¿Sería posible pensar en un equipo formado por ambas?

-Han formado parte de mi gobierno. Soy consciente de su capacidad y de su proyección y también son compatibles. Las dos tienen mucha capacidad, las ideas muy claras, son personas que conocen la política y han acumulado experiencia.

-¿Cuál debería de ser el perfil del nuevo líder regional del partido?

-Una persona joven que no se pueda vincular al pasado y, sobre todo, que busque centrar el partido. Se debe mostrar a los ciudadanos como un partido donde caben muchísimas sensibilidades y tendencias. Si queremos arrinconamos nos equivocamos. Tenemos que ofrecer una imagen en las que todas las personas que estén en desacuerdo con los principios del futuro Gobierno (del PSPV y Compromís con apoyo de Podemos), tengan cabida en el PP.

-¿Se ha sentido arropado esta legislatura por su partido?

-En los momentos de dificultad, que ha sido muchos, encuentras la soledad como compañera de viaje. Pero ocurre en empresas e incluso en familias. Pero he tenido la suerte de formar un gobierno donde ha habido mucho compromiso y se ha volcado para sacar la Comunitat adelante y eso ha sido motivo de esperanza. Desde la presidencia siempre hay momentos de soledad pero siempre después encuentran personas alrededor que quieren ayudarte.

-Barberá y los presidentes provinciales, Rus, Moliner y Císcar, se negaron a firmarle su apoyo como candidato. ¿También son responsable del resultado del 24-M?

-Aquí todos somos responsables. Si alguno piensa que no va con uno... Esto es solidario. Esto no es que cuando se gana el éxito es de todos y cuando se pierde la culpa es sólo de uno. Todos tenemos responsabilidad y todos tenemos que hacer examen de conciencia.

-¿Se ha sentido arropado por Mariano Rajoy?

-Sí, siempre.

-¿Es el mejor candidato posible para las elecciones generales?

-Sí. Se ha comprometido con sacar adelante a España de una situación que era muy difícil.

-¿Debería de haber sido más exigente con el presidente del Gobierno a la hora de reclamar mejor financiación para los valencianos, cuando el FLA es un préstamo a devolver?

-Hay otras comunidades como la nuestra pero nadie ha conseguido nada.

-Al final se ha paralizado el proceso de la mejora de financiación.

-Porque no había dinero. Primero, había que hacer ver que la Comunitat estaba infrafinanciada.

-Eso se ha hecho ver.

-Es importante porque no había conciencia de eso. Porque costeando grandes eventos y gastos no necesarios difícilmente podíamos decir que aquí faltaba dinero mientras otras comunidades no lo hacían. Eso era difícil de entender en Madrid. Y lo primero que había que hacer era quitar esas cosas. Se ha quitado tensión, hay solvencia financiera porque no están con el agobio de sufrir un default.

-Le leo una frase: «Los valencianos no ven que Rajoy haya subsanado la marginación que nos dejó Zapatero». ¿Está de acuerdo?

-La dije yo. Alguno fue del partido a enseñarla en Madrid.

-Le voy a plantear una serie de nombres y me gustaría que se moraja. El primero, Alfonso Rus.

-Forma parte de la historia del PP y su salida fue la que había que hacer en el momento que se produjo.

-Serafín Castellano.

-Se le ha sometido a un proceso injusto. Una cosa es la situación judicial pero la puesta en escena ha sido excesivamente dura.

-Rafael Blasco.

-Ha perjudicado al PP.

-Vicente Rambla.

-Buen amigo y buena persona.

-José Císcar.

-Un buen compañero de viaje.