El presidente apela a la unidad para conseguir un tiempo de renacimiento

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pronunció anoche su primer mensaje de fin de año, en el que apeló a la unidad como «única salida para conseguir un tiempo de renacimiento» en la Comunitat, Una etapa en la que, unidos, los valencianos reclamen una financiación justa y equitativa para los cinco millones de ciudanos que viven en esta región y que son españoles. «Nadie nunca nos ha regalado nada, ni nadie nos lo va a regalar», avisó el presidente, que recordó que la Comunitat es «una parte muy importante de nuestro proyecto en común de España».

«Exigimos igualdad entre todos los ciudadanos de nuestro país, vivan donde vivan», dijo anoche. Puig apostó por activar los sectores económicos y ayudar a empresarios, trabajadores y autónomos que son los que pueden generar riqueza e insisitó en que la Comunitat impulsará el cambio y la estabilidad en España y que «reformar la Constitución es el mejor camino para defender sus principios». A su juicio, «el reconocimiento de la diversidad no puede ser excusa, ni para privilegios, ni para discriminaciones» y aseguró que como «parte importante del proyecto común de España», la Comunitat exige «igualdad entre ciudadanos», vivan donde vivan.

El Jefe del Ejecutivo valenciano realizó su discurso en el patio gótico del Palau de la Generalitat, que definió como «la casa de todos los valencianos» y «símbolo de la historia, la cultura y el progreso de la Comunitat que ahora ha vuelto a abrir sus puertas para siempre».

Puig aseguró que le gustaría que las instituciones ayudaran a los ciudadanos al desarrollo de su proyecto personal «con trabajo, con seguridad, siempre desde vuestra sagrada libertad».«Estamos en un nuevo tiempo. Un tiempo de reparación, un tiempo de reconstrucción y un tiempo de renacimiento. La reparación de las heridas, de los olvidos y de los derechos perdidos», afirmó. La prioridad del nuevo gobierno «son las personas», y la primera «es el derecho a vida de las mujeres que sufren la violencia de género», según Puig, para quien once mujeres asesinadas en la Comunitat Valenciana este año, es «insoportable» y «superar la lacra machista es una obligación ética y una exigencia política».

También apuntó hacia las personas que «más han sufrido la crisis», parados y dependientes, así como a los niños condenados a estudiar en barracones y que no pueden pagar los libros de texto o los pensionistas que no podían pagar los medicamento, y ha abogado por rescatar del olvido a las víctimas del accidente del metro.

En su opinión, cuando Vicent Andrés Estellés escribió «hi haurà un dia que no podrem més i llavors ho podrem tot», estaba pensando en el pueblo valenciano que después de años difíciles, «está empezando de nuevo a ver la luz».

Para el presidente, es un «tiempo de reconstrucción de la economía para el empleo» y que todos los recursos deben orientarse a «la lucha contra el paro» e incidió en que hay que «activar» todos los sectores económicos, industria tradicional, agroalimentaria y turismo, «haciendo crecer el tamaño de nuestras empresas y facilitando el acceso al crédito».