P. MORENO
Miércoles, 27 de enero 2016, 01:08
Diez de la mañana. Tres agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil muestran una orden judicial a un sorprendido Alberto Mendoza, concejal del PP de Valencia, tras personarse en el grupo municipal que a esa hora está casi vacío. El documento permite un registro inaudito en las oficinas del Consistorio que han gobernado los populares durante 24 años. Empieza un calvario que se prolongará toda la mañana y hasta primera hora de la tarde, cuando el portavoz, Alfonso Novo, confirme con una voz que apenas le sale del cuerpo que está imputado.
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El sustituto de Rita Barberá en el Ayuntamiento, responsable de intentar conducir de nuevo el PP a la mayoría suficiente para gobernara y cabeza visible del partido en el cap i casal, tiene previsto declarar esta mañana, cuando se enterará del motivo de su implicación en el llamado caso Imelsa.
El registro corrió como la pólvora por los pasillos del Consistorio, con un primer rumor que hablaba de la detención de la secretaria del grupo popular, Mari Carmen García-Fuster, saliendo esposada por la puerta trasera del Ayuntamiento. Poco después se corrigió esa información, al concretarse que la histórica dirigente del PP en Valencia lo había sido pero en su casa.
Las horas pasaban y no se sabía nada del registro. Cuando llegó Alfonso Novo a las oficinas ya lo hizo recibido por una nube de cámaras de televisión y micrófonos. En dos zancadas cubrió la distancia del ascensor a la puerta del grupo municipal, estampando un portazo que le ayudó a descargar tensión.
Para el registro se esperó a la llegada de la secretaria judicial y de un miembro de la Fiscalía Anticorrupción, que se demoraron hasta la una de la tarde. Hasta entonces, los concejales y asesores permanecieron en la sala de reuniones del grupo municipal.
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Sin duda la detención de Mari Carmen García Fuster centraba toda la atención, aunque luego se desvió hacia la imputación de Alfonso Novo, Luis Salom (asesor del PP y mano derecha de Beatriz Simón), además de la secretaria de la primera, María José Pi.
Todo eso fue confirmado por el propio Novo, en una comparecencia en un pasillo cercano cariacontecido por la gravedad de los hechos. Los agentes de la Guardia Civil se llevaron copias de correos electrónicos de al menos tres cuentas de personas asignadas al servidor del grupo popular.
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También documentación en papel del despacho de Mari Carmen García-Fuster y poco más, según aseguró el dirigente popular. Otras fuentes precisaron que el servidor está activo desde el pasado octubre y se emplea fundamentalmente para cuestiones de trabajo como agendas, notas de prensa y envío de información relacionada con el trabajo de la oposición.
Esto dejaría fuera la etapa de gestión del PP en el Consistorio, aunque otras fuentes precisaron que las cuentas pueden heredar archivos antiguos. En el principio del mandato, la mayoría de los ordenadores fueron renovados.
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Uno de los momentos más llamativos fue cuando salió Alfonso Novo por una puerta secundaria de las oficinas. Se dirigió a un baño cercano, aunque la sorpresa fue que dos metros detrás caminaba un agente de la Guardia Civil. Lo mismo ocurrió con otros ediles, aunque después el edil insistió en que no estaban retenidos.
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