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I. DOMINGO/L. GARCÉS
Martes, 2 de febrero 2016, 00:09
«Si hay alguien que se ha salido del tiesto, ese es el señor [Alfonso] Grau». El exconcejal del Ayuntamiento de Valencia Juan Vicente Jurado fue ayer contundente a su salida de las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil de Patraix, a donde acudió a primera hora para declarar por las donaciones del grupo municipal del PP, un hecho que se investiga dentro de la 'Operación Taula'.
Jurado, que accedió al Ayuntamiento en 1995 y ya no formó parte de la última lista de la candidatura municipal, aseguró que el error de la exalcaldesa Rita Barberá fue «confiar demasiado en algunas personas en las que no tenía que haber confiado», en referencia al entonces vicealcalde del cap i casal. Preguntado por si la actual senadora estaba al tanto de las presuntas irregularidades económicas en el partido, Jurado insistió en que «Rita desconocía más de lo que mucha gente presume que conocía».
Cerca de catorce minutos fueron los que el exedil atendió a los medios de comunicación al abandonar sobre las 10.35 horas las dependencias de la Guardia Civil, a donde había llegado a las 09.00 horas acompañado por su abogado. Jurado, que hizo a pie el recorrido por la calle Calamocha, llegó y se fue con gesto tranquilo. No declaró ante los agentes ya que les pidió acudir directamente ante el juez. Una fórmula por la que han optado la mayoría de personas que han desfilado por la comandancia y que, al mismo tiempo, recibieron la citación judicial para acudir mañana a la Ciudad de la Justicia. Es el caso de uno de los testigos que ayer regresó a recoger el papel olvidado el viernes.
Ya ante los medios que hacían guardia en el cuartel, Jurado no esquivó ninguna pregunta. Reconoció haber hecho entrega de 1.000 euros para la última campaña electoral, además de aportar «unas cajitas de bengalitas con el careto de la alcaldesa que se regalaban y que mis hijas las fabrican en las instalaciones que tenemos en Cheste».
Sobre la devolución de esa aportación mediante dinero en B, el exconcejal negó ese punto de forma tajante. «No he recibido ninguna peseta. Lo que he hecho siempre es ayudar y aportar lo que me han pedido. Me pidieron que ayudara económicamente, como a todos los compañeros. A mí nadie me ha devuelto dinero», explicó.
Cuando se le planteó si Barberá podría conocer que esos 1.000 euros se retornaban en billetes de 500, aseguró que no estaría al tanto «ni mucho menos». Sin embargo, sobre otros compañeros afirmó: «En el Ayuntamiento había alguna persona que tendría que haberse ido a casa hace mucho tiempo, antes de lo que se ha ido». Y, aunque en un primer momento no quiso aportar nombres, ante la insistencia de los periodistas sí que reconoció que «en los últimos cuatro años era Grau quien movía los hilos. De esa trama no, del Ayuntamiento».
Y puso como ejemplo la pauta adoptada por el exvicealcalde durante el desarrollo de las juntas de gobierno. «Yo he llevado varios contratos y estando allí se han tirado atrás porque Grau lo decía. Casi todos los contratos pasaban por él, excepto alguno que se le escaparía porque no le interesaba», detalló. También acusó a Alfonso Grau de haber intentado quitarle competencias durante un periodo de enfermedad, en concreto, «preparar el movimiento para quitarme la silla».
Preguntado por la posibilidad de que los actuales concejales que forman el grupo municipal renuncien al acta, Juan Vicente Jurado afirmó que si él estuviese en esa situación, no lo haría. «No. No he hecho nada que esté fuera de la ley».
Sobre las acusaciones recibidas, Grau, en declaraciones a la 'Cadena Ser', las rechazó e invitó a Jurado a demostrarlo «si tiene la mínima prueba». El exvicealcalde también negó haber blanqueado dinero o haber hecho aportaciones extraordinarias más allá de su cuota domiciliada y aseguró que con Barberá no mantiene contacto desde el pasado marzo.
A la presencia de Jurado ante la Guardia Civil se sumó, ya por la tarde, la de otra exconcejal del equipo de Barberá (y, por cierto, también antigua militante de Unió Valenciana). Sobre las 17.45 horas llegaba Mayrén Beneyto (en taxi y junto a su abogado), que permaneció en el interior del cuartel cerca de una hora y quince minutos. A su salida rechazó realizar declaraciones alegando que el caso está bajo secreto de sumario. Su entrada coincidió en tiempo con la comparecencia de Marcos Benavent. Previamente había acudido a declarar una exasesora en calidad de testigo.
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