
efe
Domingo, 14 de febrero 2016, 18:05
Liberto Van Der Dussen, el ciudadano holandés que ha pasado cerca de 13 años en la cárcel y que ha sido absuelto de una violación en España que nunca cometió, ha afirmado hoy que "los funcionarios y profesionales (de la prisión de Palma) lloraban porque sabía que era inocente, pero no podían perder su trabajo".
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"Ha sido un infierno que no deseo ni para mi peor enemigo", ha dicho hoy este hombre que está a punto de cumplir 43 años y que ha ofrecido una rueda de prensa entrecortada por sus lágrimas en la parroquia palmesana de la Virgen de Monserrat, donde está viviendo desde el pasado jueves, cuando salió del presidio, porque no tiene adonde ir.
"En la calle nadie quiere a un violador, lo que es normal, yo tampoco lo quiero", ha aseverado Van Der Dussen, que ha agradecido profusamente el trabajo gratuito que han realizado sus dos abogados durante años para demostrar su inocencia, algo que el Supremo ha reconocido porque el ADN de la mujer violada no era el suyo, sino el de un preso británico, Mark Phillip Dixie, condenado por asesinato de una joven modelo de 18 años y por crímenes sexuales.
"Mi padre me llama diez veces al día" desde Holanda y con su hija, a la que no ha visto desde que entró en prisión, no ha hablado aún porque no está bien emocionalmente, ha reconocido, y no quiere ponerse a llorar.
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