Sectores de la RACV acentúan su rechazo al pacto con la AVL

El documento que prepara la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) con la aprobación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), que ayudaría a superar el conflicto lingüístico entre ambas, ha encontrado un escollo importante. Los contactos que el decano de la RACV, Federico Martínez-Roda, mantiene con el presidente de la AVL, Ramón Ferrer, están creando división dentro de la entidad que encabeza el primero.

El pasado lunes, Martínez-Roda y Ferrer se dejaron ver juntos por primera vez y en actitud cordial en una comida-coloquio a la que fueron invitados, organizada por el Club Jaume I y celebrada el Casino de Agricultura de Valencia.

Al término de la reunión, el decano de la RACV aseguró a este periódico que, con la voluntad de avanzar en la resolución de la problemática entre ambas instituciones en relación al valenciano, se presentará antes de que finalice el presente mes el documento que certifique que no existe «guerra alguna» entre ambas instituciones y «garantice un reconocimiento mutuo». El ente normativo defiende que el valenciano forma parte del sistema lingüístico catalán, mientras que la RACV, sostiene que es una lengua diferenciada de las del resto que se hablan en la península.

La comparecencia pública de Martínez-Roda junto a Ferrer y sus posteriores declaraciones provocaron que un sector de la entidad centenaria acentuara su rechazo a la política de acercamiento con la AVL.

La votación realizada en junta general el pasado mes de febrero autorizó al decano a entablar conversaciones con la Acadèmia. Sin embargo, la sensación que dejó el plebiscito es que el dirigente venció pero no convenció, sobre todo a los académicos comprometidos con la lengua. Asimismo, desde la RACV denuncian que en la AVL no se ha producido ni votación ni debate, sólo su presidente y un par de académicos se han reunido con Martínez-Roda, el resto no han mostrado apenas interés por el asunto.

Un nutrido sector de la histórica entidad asegura que el decano no está capacitado ni posee autoridad para tratar cuestiones lingüísticas y recuerda que existe un documento interno de la sección de lengua de la RACV, aprobado por Martínez-Roda, en el que se marcan unas líneas rojas que no se pueden cruzar. Una de ellas es acatar la autoridad o la normativa lingüística de la AVL.

Además, critican que el decano se haya reunido en solitario con miembros de la Acadèmia y que sea sólo él quien redacte los documentos de consenso que se han ido debatiendo, sin previo acuerdo de los académicos de la RACV. También recriminan a Martínez-Roda la forma en la que ha llevado el asunto del conflicto sobre el valenciano, sin avisar ni consultar antes a la sección de lengua o a la junta general y le achacan que no exija rectificación de unas declaraciones suyas recogidas en prensa. Se publicó que el decano había afirmado que «el diccionario de la AVL es el de todos los valencianos», cuando, según él, dijo que «el diccionario de la AVL debería ser de todos los valencianos».

Este jueves está prevista la aprobación en junta de gobierno de la RACV de la declaración en la que se reconoce la autoridad normativa de la AVL sobre el valenciano y se acepta la denominación de lengua valenciana y la preferencia de las formas autóctonas. Si el texto finalmente recibiera el visto bueno debería ratificarse en la junta general que se celebrará el próximo jueves 26 de mayo.