J. C. F.
Domingo, 26 de junio 2016, 00:02
El Palau de la Generalitat acoge este próximo miércoles un acto en defensa del derecho histórico valenciano y que coincidirá con la promulgación del decreto de nueva planta el 29 de junio de 1707. Una cita de reivindicación valencianista, que encaja con la posición política asumida por el presidente del Consell durante los últimos meses. Debates como el de la financiación autonómica, el acuerdo con Compromís y Podemos para el Senado, la reivindicación del derecho civil valenciano o la misma celebración de este acto revelan el carácter que Puig quiere imprimir a su mandato: la reivindicación del 'orgullo valenciano' -así se titulaba el vídeo del Consell que tumbó la Junta Electoral-. Una posición que, obviamente, se vería condicionada por el color político del Gobierno central que surja de las urnas. La bandera valencianista se movería mejor como defensa frente a un adversario -en este caso, un Gobierno de distinto color político- que frente a un Ejecutivo compuesto por los mismos partidos del Consell. Porque, en ese caso, lo que se podría percibir es falta de capacidad de presión.
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